INNOVACIÓN EN LAS BEBIDAS

El cóctel de la exportación

Producción 8 Los hermanos Soler en la destilería de Arenys de Munt.

Producción 8 Los hermanos Soler en la destilería de Arenys de Munt.

JOSEP M. BERENGUERAS
BARCELONA

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Antoni Soler tuvo que hacerse cargo, junto con su hermana, del negocio familiar, la destilería Sorel (Arenys de Munt), con solo 19 años. Tras levantar el negocio creado por su familia, que se dedicaba a la fabricación de marcas blancas para distribución y hostelería, e invertir en una gran fábrica, llegó la crisis que casi echó por los suelos el trabajo de tres generaciones. Pero lejos de quedarse inmóvil, Soler decidió no solo seguir adelante sino apostar por la creación de una línea de productos de gama alta con la que ha dado la vuelta a la tortilla, está dando el salto internacional y posicionándose con fuerza en los súper.

La marca Sorel nació en 1875, aunque no fue hasta 1947 que la familia Soler la adquirió. De la venta en su radio de influencia, dio un primer salto gracias al boom turístico con la fabricación de destilados para el canal Horeca, además de marcas blancas para súper. Pero tras profesionalizar la compañía y construir una nueva fábrica en Arenys de Munt, la crisis dejó a la firma en una situación muy complicada. «Fue el momento de actuar. Decidí apostar por la profesionalización y por la innovación, por crear una nueva marca que nos diese empuje», señala Soler. Y de su trabajo y el de su equipo (con Jordi Boada como mánager de marca), nació Atmosphera, su línea de productos premium.

Experiencia produciendo no les faltaba. Tampoco contacto con los clientes, ni fábrica. El gintónic estaba (y sigue estando) de moda, así que el primer producto de esta gama fue la línea de ginebras 5th. Pero no se conformaron con que fuese una ginebra más del mercado, sino que debía tener elementos diferenciadores. Por ello, lanzaron tres tipos: ginebra infusionada con frutos rojos, una floral y otra con cítricos. Y como los contactos con la hostelería y los súper los tenían, lograron colocarla en las estanterías. En este tiempo, se ha convertido en la segunda ginebra más vendida de entre las nacionales. «También innovamos en el packaging. Tenemos packs de diseño, otro que incluye unas gominolas y un vale para una película...», destaca Soler.

Con la nueva línea empezaron a exportar con tiradas limitadas en Alemania, Italia o Bélgica (el 15% de la facturación de la firma). Pero tras el éxito, han decidido apostar fuerte para entrar en el mercado de EEUU y Reino Unido, con el objetivo de que el 50% de las ventas sean en el exterior. Atentos al mercado, ya tienen a la venta, entre otros, su ron premium (Mazagüe) y «en la recámara, un vodka».

La compañía produce cuatro millones de botellas de destilados al año, con una facturación de 12 millones en el 2013 (el doble que en el 2007). Son 24 trabajadores.