turbulencias financieras

La huelga general contra el ajuste bloquea Portugal

Los sindicatos dicen que es «la mayor» movilización que ha vivido el país

Un manifestante baila en una calle de Lisboa mientras participa en una de las protestas contra el ajuste, ayer.

Un manifestante baila en una calle de Lisboa mientras participa en una de las protestas contra el ajuste, ayer.

AGENCIAS
LISBOA

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Gobierno y sindicatos se enfrascaron ayer en una guerra de cifras sobre el seguimiento de la jornada huelga general contra las medidas de ajuste que vivió Portugal. Mientras que el líder de la UGT portuguesa, João Proença, aseguró que la de ayer fue «la huelga más grande» nunca vista en Portugal, la ministra de Trabajo, Helena André, sostuvo que el consumo eléctrico apenas descendió y que, por tanto, el sector privado funcionó con normalidad. En la Administración Pública, la estimación sindical señala un seguimiento por encima del 85%, pero el Ejecutivo del socialista José Sócrates aseguró que solo un 20% de los trabajadores del sector público secundaron la convocatoria y que más del 80% de los centros de trabajo abrieron sus puertas.

CONVOCATORIA CONJUNTA / La de ayer fue la primera huelga general convocada de forma conjunta por los dos principales sindicatos, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP) y UGT, en 22 años. La difícil situación por la que pasa Portugal y la fuerte presión de los mercados sobre el país llevaron a su Gobierno a adoptar un paquete de medidas de ajuste que fueron consagradas en el Parlamento el pasado 3 de noviembre, cuando se aprobaron los presupuestos gracias a la abstención del principal grupo de la oposición, el Partido Social Demócrata (centro derecha).

Entre estas medidas destacan el aumento generalizado de la carga impositiva -incluido el IVA-, el recorte de la inversión pública y de los beneficios sociales, así como las rebajas salariales a los funcionarios. Para los sindicatos, el rumbo de la política económica del primer ministro, Jose Sócrates, es erróneo y no hará sino aumentar el desempleo, que actualmente supera el 10%.

La huelga de ayer, en respuesta a esta situación tuvo el mayor efecto en los aeropuertos. Más de 500 vuelos fueron cancelados. Las consecuencias en España fueron directas: ningún avión de Iberia voló entre Madrid y Lisboa y tampoco funcionaron las conexiones que mantiene Air Nostrum.

EFECTO EN EL TRANSPORTE / Tanto el Gobierno como las centrales sindicales coincidieron en que el transporte fue uno de lo sectores más afectados. Con todo, las valoraciones también discreparon. La ministra de Trabajo dijo que, en función de las empresas, la huelga en el transporte registró cifras de seguimiento entre el 5% y el 95%. Los sindicatos consideraron que se produjo la paralización total del país durante la jornada, que arrancó simbólicamente con un acto de protesta de los bomberos del aeropuerto de Lisboa organizado por el principal sindicato, CGTP. En ese aeropuerto apenas pudieron despegar o aterrizar aviones.

El secretario general de este sindicato de orientación comunista, Manuel Carvalho da Silva, manifestó su satisfacción por el seguimiento popular. «Esta es una gran huelga general, sostenida en una fuerte identificación con los objetivos del paro tanto por parte de los trabajadores como del resto de la población», defendió.