Un efecto secundario de la crisis

Se compra empresa en quiebra

ANTONIO BAQUERO / ALBA G. LAGUNA
BARCELONA

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¿Quién en su sano juicio iba a adquirir una compañía en quiebra, con deudas con bancos y proveedores, con el patrimonio embargado y con salarios pendientes? En teoría, nadie. Sin embargo, desde hace meses se han multiplicado las compañías que, en internet, se ofrecen a comprar empresas o comercios en números rojos. Algunos de esos compradores son avispados hombres de negocios capaces de revitalizar esas compañías. Pero la mayoría no son más que empresarios sin escrúpulos que despiezan y malvenden el patrimonio de esas empresas que compran, o estafadores que engañan a empresarios desesperados.

La crisis, que ha dejado al borde del abismo a centenares de empresas, ha ofrecido un ecosistema ideal para esos depredadores bautizados ya comoliquidadores. Sus anuncios son explícitos: «Si su tienda o negocio pasa un mal momento se lo compramos al contado»; «Compramos todo tipo de empresas, no importa tamaño ni tipo de deuda, garantizamos la responsabilidad de la gestión anterior y de las deudas»; «Si desea vender su empresa en dificultades, nos quedamos con ella, asumiendo ante notario las deudas»; «Compro empresas en crisis. No importa estado. ¡Libérese de sus problemas!»

INTENTO CON EL MALLORCA / Losliquidadoresse presentan como último recurso a empresarios al borde de la quiebra y con los acreedores a punto de arrebatarles incluso su patrimonio familiar. Ofrecen quedarse con esas empresas y asumir todas sus deudas, liberándoles de una ruina económica. A cambio, las adquieren por cantidades simbólicas (un euro). Algunos, como contrapartida por quitarles de encima ese problema, exigen a sus propietarios el 3% de lo que debían a los bancos. En el mundo de la compra de empresas hundidas, el que acaba pagando es el que vende. Suelen adquirir pymes aunque han caído en sus manos grandes compañías como Fincas Corral. Se sospecha que empresas de Gerardo Díaz-Ferran (presidente de la CEOE) han sido adquiridas porliquidadores, que intentaron quedarse el Real Mallorca.

Losliquidadoressacan el máximo partido a esas empresas. Venden la maquinaria, los estocs, los vehículos, los ordenadores y los locales y emplean todo tipo de métodos para cobrar lo que los clientes debían al anterior propietario. En cuanto a la deuda, intentan renegociarla con los bancos. Si no lo consiguen, se amparan en que en España nadie va a la cárcel por tener deudas. La única figura penal que castiga lo que hacen, la insolvencia punible, no suele aplicarse pues ellos siempre pueden argumentar que quisieron reflotar la empresa y no lo lograron.

Un reportero de este diario se hizo pasar por empresario en quiebra y contactó conliquidadores. «Me importa tres carajos que tengas el patrimonio embargado o lo que debas. Te compro la empresa por un euro y tú te olvidas. Ya veré qué hago, si la refloto, la desguazo o la dejo inactiva para otras historias», dijo.

«Yo renegocio la deuda con los acreedores; cuanto más la rebajo más gano. A veces acordamos anular la deuda a cambio de que otra empresa mía les compre material», explicó. Su prioridad son las empresas que deben dinero a la compañía que él compra. «Voy a por ellos. Hago que me paguen o en metálico o en especie», dice.

IDEAL PARA TESTAFERROS / Existe un amplio abanico de acciones para las que una empresa real pero sin actividad es útil. «Después de ser desguazadas, las mantienen en punto muerto usándolas para todo tipo de fraudes», señalan fuentes policiales especializadas en delitos económicos. «Emiten facturas falsas con las que defraudan el IVA, crean contratos ficticios que venden a inmigrantes para que regularicen su situación, las usan para simular intercambios comerciales y así transferir cantidades de dinero de una empresa a otra en tramas de blanqueo de dinero o las alquilan a testaferros», dicen esas fuentes.