Samba para el dueño de la banda izquierda

El fútbol te mete en el pozo y te eleva a lo más alto en cuestión de días. Y si no que se lo digan a Marcelo Vieira da Silva (Río de Janeiro, 12-5-1988) que acaba de pasar una de sus peores semanas por la última acción en el clásico en la que no frenó el avance de Sergi Roberto en el gol del triunfo del conjunto azulgrana. Seis días después de eso, el lateral izquierdo del Madrid, el hombre de la samba y  del eterno sentido del humor, sube a los altares tras lograr el tanto del triunfo ante el Valencia, lo que sitúa a la cabeza de los jugadores extranjeros del club blanco con más triunfos en la Liga (212), uno más que el mítico Roberto Carlos, que acertó al intuir el sábado en el Bernabéu que su registro pasaría a mejor vida.

Cuando el reloj del partido iba devorando los segundos como en esas películas en las que la cuenta atrás desemboca directamente en la explosión de la bomba, un balón de Morata desde la derecha aterrizó en los pies de Marcelo. El brasileño recortó en dos ocasiones con la izquierda y disparó abajo con su pierna mala, la derecha. Era el gol que le redimía de su pifia ante el Barça, el que mantenía a su equipo en la pelea por la Liga y el que sellaba su pase a lo más alto del podio al superar a Roberto Carlos. El exjugador comentaba el encuentro para el canal del club. Tras él, Cristiano Ronaldo es el tercer jugador con más victorias en Liga, con 198. El cuarto lugar es para Di Stéfano, con 191 y el quinto, para Pepe, con 180.

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“Con permiso de Filipe Luis, Marcelo es el mejor lateral del mundo”, decía hace unos meses el mítico lateral izquierdo del Madrid. “A ver si llego a la altura de Roberto Carlos, que tiene gran parte de culpa de mis éxistos en los 10 años que llevo aquí”, afirmó el lateral tras el encuentro ante el Valencia.

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RISUEÑO Y BROMISTA

Señalado como el jugador más risueño del equipo y el que más bromas hace, Marcelo es un seguro de vida para el Madrid, una labor que desarrolla casi como una diversión. “Es tan desenfadado para jugar como para vivir. Es un alma libre, no es un tipo que reúna el rebaño. Hay cosas más importantes que esas que pedirle a un jugador que se libera a sí mismo y que lo hace de maravilla”. Son palabras de Jorge Valdano dedicadas a Marcelo, convertido ya en una institución en el Madrid.

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CERCA DE DEJAR EL FÚTBOL

Marcelo empezó a jugar al fútbol a los nueve años y con 13 jugó en el Fluminense. Estuvo a punto de dejar el fútbol por los problemas económicos de su familia que no podía costear el desplazamiento del jugador a la escuela de fútbol. Llegó al Madrid en otoño del 2006 debutó en enero del 2007. Ha disputado 403 partidos y en esos 10 años en el conjunto blanco su aportación ha ido en aumento hasta convertirse en una pieza fundamental. Es el dueño de la banda izquierda y su proyección ofensiva le confiere cualidades de extremo e incluso de interior.

SIN RECAMBIO

Como Casemiro, Marcelo tampoco tiene un recambio específico, lo que le ha costado tener que jugar casi todo. El club busca con urgencia un recambio para un jugador top. “No soy de hierro”, afirmó el lateral izquierdo tras la derrota en el Bernabéu en Copa ante el Celta. La pasada campaña tuvo tres lesiones musculares, pero la más importante se la produjo en un entrenamiento con Brasil cuando se rompió el quinto metatarsiano del pie derecho en octubre del 2012, lo que le costó estar tres meses de baja.

Ahora disfruta de su mejor momento en el club blanco, con el que ha ganado dos Champions, tres Ligas, dos Copas, dos Mundiales de clubs y dos Supercopas europeas. Una intachable hoja de servicio en una jugador cuya fidelidad al Madrid no deja ni la mínima duda.