Las malas decisiones y la crisis del Barça

Bartzokas da instrucciones en un tiempo muerto del partido europeo de Vitoria

Bartzokas da instrucciones en un tiempo muerto del partido europeo de Vitoria / periodico

LUIS MENDIOLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Han bastado cuatro meses de competición, cargados de muchas decepciones, para comprobar la brecha abierta entre las ideas de la directiva del Barça para el nuevo proyecto del baloncesto (cambio de modelo, con una apuesta decidida por la cantera) y la cruda realidad, que no es otra que la necesidad de ganar cada día.

La situación del equipo de Bartzokas, como reflejó la derrota en Tenerife es, por decirlo con tacto, preocupante. Los azulgranas ofrecieron la imagen de un equipo de segunda fila, sin confianza ni carácter, y son muchos los jugadores que parecen atrapados en una espiral negativa.

Lo más grave es que no respondió a una situación puntual. El balance parcial esta temporada en 33 partidos es más que mediocre: 19 victorias y 14 derrotas, 11 de ellas lejos del Palau, donde se ha hecho más patente su debilidad.

La plaga de lesiones que ha llevado a situaciones límite (Navarro, Ribas, Doellman, Claver, además de Lawal no estuvieron, por ejemplo, en la derrota europea ante el Madrid) es una de las razones que explica la crisis de resultados.

Pero también hay otros motivos que conducen al Barça menos competitivo en años. El cambio de etapa, la salida de Xavi Pascual y la llegada de Giorgios Bartzokas no se produjo hasta julio, así que la planificación de la temporada fue tardía y tuvo golpes inesperados como la marcha de Abrines y Satoransky.

El club también ha cometido errores en la construcción de un equipo demasiado descompesado de inicio por la presencia de un solo base, el exceso de escoltas (Navarro, Oleson, Ribas, Koponen), la falta de un relevo fiable para la posición de alero y el escaso potencial en las posiciones interiores.

También puede achacarse a la junta decisiones cuestionables como la renovación de Dorsey Doellman (con un pasaporte que no anula su condición de extracomunitario) o la inversión millonaria en el traspaso de Claver, deseo personal de Bartzokas, que no se corresponde, por ahora, con el rendimiento del jugador valenciano.

A través de algunos parches ya iniciado el campeonato, con la llegada de Renfroe tras la lesión de Ribas o ahora con la de Vitor Faverani, el club intenta recuperar el paso. Pero después de cuatro meses, con un conflicto abierto en el vestuario (el expediente a Dorsey por sus duras críticas al cuerpo médico) y una presión creciente cada jornada, no parece que a Bartzokas le aguarde un reto fácil de encarar.