Juve-Nápoles: fuego

Italia vive un duelo en la cumbre entre los dos primeros clasificados. Recuerda los pulsos Platini-Maradona de los años 80

Dybala, Cuadrado y Morata corren a celebrar el gol del colombiano, el pasado domingo, en Frosinone.

Dybala, Cuadrado y Morata corren a celebrar el gol del colombiano, el pasado domingo, en Frosinone.

E. C. / BARCELONA

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La Liga italiana presenciará este sábado (20.45) un choque de trenes, que puede ser decisivo para la resolución del título, si no por los puntos, quizá sí en el plano anímico. Juventus Nápoles, como si hubieran dado un salto a los años 80, revivirán el duelo en la cumbre del Calcio. El líder del sur visita al rival norteño, en el papel de aspirante esta vez. Han pasado más de 25 años desde que los triunfos en el entonces campeonato más 'chic' de Europa los ventilaban entre los equipos de Michel Platini (la Juve) y Diego Maradona (el Nápoles) en unos enfrentamientos que hicieron historia.

Los napolitanos no habían vuelto a ser líderes desde aquellos tiempos de locura, cuando el mejor futbolista del mundo convirtió el milagro en cotidiano. Ahora hay otro argentino al mando, muy por debajo en carisma, no tan influyente en el juego, pero no menos decisivo en el resultado: 24 goles lleva Gonzalo Higuaín, uno por partido, camino de quebrar los 35 del sueco Nordahl del Milán de los años 50.

LOS NÚMEROS DE HIGUAÍN

Y está Maurizio Sarri, el entrenador recién aparecido en la élite, ya con su polémica a cuestas y todo (llamó "maricón" a Roberto Mancini, técnico del Inter), que ha descargado un discurso lleno de emotividad en vísperas del viaje a Turín para animar a los suyos. "Vamós allá para intentar dar una gran satisfacción a nuestros 'tifosi'", dijo, y añadió entonces la perla: "Tendremos un gran estadio enfrente, pero toda una ciudad detrás". Luego Sarri bajó del proscenio dramático, para quitarse trascendencia: "No es el partido más importante de mi carrera. No lo es más que los 500 anteriores de mi vida, sin los cuales no habría llegado hasta aquí. Solo hay más eco mediático"Y para cerrar, la broma, cuando se le pregunta por la influencia de la experiencia en estos partidos. "Si contase solo la experiencia aún jugaría Gigi Riva", en alusión al que para muchos es el mejor delantero que ha dado Italia.

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Higuaín ha encadenado seis partidos consecutivos marcando, con lo que ha igualado el mejor registro de Maradona, y el Nápoles suma ocho victorias en fila, lo cual supera lo conseguido en los gloriosos años en los que el Vesubio explotó con dos títulos de Liga. Sarri no tiene bajas y su grupo, además del buen juego, ha redoblado sus ánimos al hacer piña tras un incidente, los abucheos racistas a su central Kalidou Koulibaly en campo del Lazio. Sus compañeros lo llaman 'K2', como el pico del Himalaya, el hombre montaña, infranqueable.

UNA LOCOMOTORA LANZADA

Pero enfrente estará la Juventus, una locomotora lanzada. Lejanos ya los iniciales días de modorra, suma 14 triunfos consecutivos, un ritmo bestial que ha elevado a los turineses a solo dos puntos del Nápoles, a tiro de una victoria, listos para el 'sorpasso'. Al revés que Sarri, Max Allegri sí tiene lamentos en sus filas. Cuatro bajas (Khedira, Chielini, Cáceres y Mandzukic) que le obligan a rehacer la defensa, precisamente la línea más competente, aunque no es menos fundamental el vigor en la media del francés Pogba y, sobre todo, la eficacia (13 goles) del argentino Dybala, hallazgo del año en Italia.

La Juve es el equipo menos goleado y se enfrenta al ataque más goleador. Buffon, 38 años recién cumplidos, lleva cinco partidos seguidos sin encajar un gol. En lo que va de torneo, la Juve no ha recibido ni un solo disparo a puerta en cuatro encuentros; firme aviso, por cierto, al Bayern de Guardiola, con el que se topará en los octavos de la Champions. También promete ser un espectacular choque de trenes.