Diego Tamayo, el señor del ciclomaratón

Este corredor colombiano, que se ha afincado en Alcarràs (Lleida), se ha convertido en una referencia mundial en las pruebas de resistencia en bicicleta de montaña

Diego Tamayo, con el dorsal uno, al frente del grupo destacado de la Titan Tropic, en la isla de Cuba

Diego Tamayo, con el dorsal uno, al frente del grupo destacado de la Titan Tropic, en la isla de Cuba / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / BARCELONA

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Colombia está de moda y cuando un deportista del país sudamericano se sube encima de una bici, tenga las ruedas gruesas o delgadas, el peligro llama a la puerta. Y si no tan solo hay que fijarse en Diego Tamayo, un ciclista de 33 años, afincado en Alcarràs, por amor, y que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una referencia mundial en las grandes pruebas maratón en bicicleta de montaña.

Pero primero, con las ruedas delgadas y nada menos que en el Mundial de ciclismo celebrado en Melbourne (2010) hay que tomar la foto de Tamayo, el mismo que se cargó a las espaldas toda la responsabilidad de una selección colombiana que llegó a la gran cita por el jersey arcoíris mermada por las caídas. "Riberto Urán (dos veces segundo en el Giro) se cayó en la Vuelta y tuvo que renunciar al Mundial. El seleccionador me dijo. 'Diego hay que hacer algo'. Y lo que hice fue fugarme de salida, colarme en un pequeño grupo, y mantenerme al frente de la prueba durante más de 200 kilómetros hasta que las grandes selecciones se pusieron a trabajar por las medallas".

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Fue la gran presentación internacional de un corredor que ahora, seis años después, ha encontrado su rol en el ciclismo, a base del esfuerzo, de tirar como un animal en el llano, de agachar la cabeza cuando sopla el viento y de saber sobreponerse, mientras entrena, al frío y a la niebla de Lleida. Dos veces ha ganado la Titan Tropic, al frente del conjunto Gaes, la última vez a principios de mes, y en una ocasión se ha impuesto en la Titan Desert.

REFERENCIA COLOMBIANA

Es la referencia colombiana en el 'mountain bike', de una Colombia que vive entregada a uno de los grandes mitos, quizás ahora el mayor del país, y que se llama Nairo Quintana. "Tras el Mundial de Melbourne no encontré equipo profesional y tuve que reciclarme, otra vez en el ciclismo aficionado. Corrí varias carreras y coincidí con un joven compatrioata que se llamaba Nairo, y que ya sorprendía por su genio, su constancia y su habilidad ante rivales mucho mayores que él".

La vida deportiva de Tamayo no tiene desperdicio. Un día lo seleccionó Colombia para defender al país en el Mundial de ciclismo de montaña que se celebraba en Estados Unidos (2001). "Pero cuando estábamos pidiendo los visados cayeron las torres gemelas de Nueva York y nos denegaron la entrada a Estados Unidos. Yo ya tenía decidido emigrar de Colombia y como tenía un primo en Zaragoza me vine a España. Fueron unos inicios complicados porque tuve que trabajar un poco de todo: en los viñedos de Somontano, de jardinero, de mecánico en una tienda de bicis. Me apunté al Club Ciclista Iberia y comencé a salir en bici con ellos". Y, por supuesto, el problema fue para los otros socios del club; a ver quién era el guapo que conseguía seguirlo en bici. Llegaron, a partir de ahí, los primeros contactos con equipos ciclistas, hasta ser contratado por el conjunto Carmioro (primero con bandera chipriota, luego italiana y finalmente británica) donde coincidió con Fran Ventoso y Sergio Pardilla, hoy corredores del Movistar y Caja Rural.

DECISIÓN PERSONAL

Y cuando tomó la decisión profesional de su vida, olvidarse de la carretera y centrarse en el ciclismo de montaña, concretamente en las pruebas ciclomaratón, comenzó a labrarse un lugar en el paraíso ciclista. En este territorio no hace falta tener un equipo detrás, sino que se puede actuar y buscar patrocinadores --lo que casi nunca es tarea fácil-- de forma individual. Diego es la imagen del Tamayo Team y ahora, a parte de entrenar, esta centrado en cerrar toda su estructura privada para el año que viene. "Es un proyecto individual que me entusiasma, porque en el 2017 quiero seguir acudiendo a las mejores citas tanto españolas como internacionales del ciclismo de montaña". Y a buen seguro que para seguir ganando y dejando su firma personal.