El dardo de la mujer de Benítez a Mourinho: "Vamos arreglando los entuertos que deja"

Hace 20 años no tenía ni idea de fútbol. "En nuestra primera cita, fuimos a una pizzería en Madrid. Cogió un boli y se puso a explicarme en el mantelito de cuadros lo que era el 4-4-2…", recuerda Montse Seara, la mujer de Rafa Benítez. Pero dos décadas después puede decir que se ha doctorado al lado del nuevo entrenador Madrid y que se siente lo suficientemente cómoda en este mundillo como para opinar sobre la actividad profesional de su marido en una entrevista concedida al diario orensano 'La Región'.   

Una entrevista que ha levantado polvareda porque en ella atiza a José Mourinho. "Vamos arreglando los entuertos que deja el amigo… Si lo piensas es normal acabar coincidiendo, los equipos élite son sota-caballo-rey", afirma cuando el periodista le recuerda que el Madrid es el tercer equipo quue coge Benítez tras el paso del entrenador portugués.

Seara, doctora en derecho y directora de una fundación en Liverpool, también habla sobre Iker Casillas y su relación con una periodista como Sara Carbonero. "En el mundo del fútbol hay que guardar muchos secretos. El caso Casillas por lo poco que sé viene muy de atrás. Se merecía terminar en el Madrid. Pero el fútbol es así", subraya.

Sobre la carrera de su marido afirma que "si Dios quiere, le quedan veinte años de fútbol". "A Rafa le quitas el césped… el año que estuvimos en casa, iba a ayudar a entrenar al equipo del colegio. Se ponía en la banda, y les gritaba como si estuviese en Primera, levantando los brazos… Para él, el fútbol no es un trabajo, es su pasión", explica.

Cerrar el círculo

Una pasión que le ha llevado de regreso al club donde empezó hace más de 40 años. "Entró en el Madrid cuando solo era un niño, y jugó allí hasta que sufrió una grave lesión. Fue ahí cuando se dijo "no voy a poder seguir a buen nivel, me hago entrenador. Tanto él como su equipo son muy concienzudos, trabajan muy bien. Luego como dice él, si la pelota no entra… Lo que le ayudará es que conoce la casa por dentro. Pero le están poniendo muchísimo trabajo", detalla sobre la labor de su marido, que se halla en plena gira con el equipo.

En unos días el técnico volverá a Madrid, ciudad a la que de momento Seara no se piensa trasladar. "Las niñas tienen su vida allí [en Liverpool], sus estudios, sus amigos. Y en Madrid toda la tranquilidad que hemos conseguido desaparecería. Tienen que tener una estabilidad", argumenta.