Boí Taüll recupera cierto optimismo

La estación de esquí de la Alta Ribagorça logra cumplir con el nuevo plan de viabilidad, después de que estuviera en riesgo su apertura esta temporada por problemas económicos

Uno de los telesillas de Boí Taüll llega a su destino final.

Uno de los telesillas de Boí Taüll llega a su destino final. / periodico

EDUARD PALOMARES / Barcelona

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Las nevadas de esta semana han dejado a Boí Taüll con muy buen aspecto, y esto es algo que siempre genera optimismo. Sin embargo, el futuro de la estación de la Alta Ribagorça depende de mucho más que de una meteorología favorable. De hecho, estuvo a punto de ni siquiera abrir las puertas esta temporada debido a que su principal accionista, la constructora Nozar, está pagando los excesos del boom inmobiliario.

El 'resort' --formado por 48 pistas de esquí, seis hoteles y un spa-- arrastra un par de expedientes de regulación de empleo y un concurso voluntario de acreedores, pero ahora parece que ha encontrado argumentos para la esperanza. Las claves para ello han sido un nuevo plan de viabilidad, la renegociación de la deuda y un crédito de última hora de la Generalitat.

Aunque sigue siendo totalmente privada, Boí Taüll juega un papel clave en la economía de todo su entorno, igual que sucede con muchas otras estaciones del Pirineo. Por este motivo, su posible cierre tendría efectos mucho más allá del esquí. "Tenemos una serie de argumentos turísticos muy potentes, como el parque nacional de Aigüestortes o el conjunto románico, pero está claro que la comarca gira en invierno en torno a la estación de esquí, tanto por los empleos directos que genera como por la vida que da a los establecimientos de la zona", explica Joan Perelada, alcalde de la Vall de Boí, en las páginas de 'A punto de nieve', que se publican este jueves en EL PERIÓDICO.

Nueva dirección

La llegada del crédito de 400.000 euros de la Generalitat (de devolución a corto plazo) insufló el aire necesario para poner la estación en funcionamiento e intentar cumplir los objetivos del nuevo plan de viabilidad elaborado por la empresa de 'management' y gestión hotelera Beitreben Hospitality, que también asumió la dirección ejecutiva de todo el complejo. "La situación era muy crítica, pero nos hemos encontrado con una muy buena predisposición por parte de todo el mundo y la plantilla está teniendo un comportamiento ejemplar, lo que ha hecho que podamos estar cumpliendo con el plan casi al cien por cien, funcionando con la tesorería que generamos y estando al día con el pago de la deuda", resume Antonio Domenech, actual director general ejecutivo de Boí Taüll Resort.

Es decir, se ha conseguido salvar un 'match point', aunque la cuestión clave es si realmente un 'resort' como Boí Taüll es un proyecto viable actualmente. Antonio Domenech lo tiene claro: "Si no arrastráramos problemas anteriores, estoy convencido de que la viabilidad sería absoluta. Estamos en un año de transición y lo importante era sobrevivir, a partir de aquí entraremos en una segunda fase para reflexionar y encarar temas más estructurales". Entre ellos, dejar aparcado por el momento el proyecto de ampliación del dominio esquiable y centrarse en los puntos fuertes, especialmente en las ventajas que aporta el 'resort' a la hora de acoger grupos y escuelas.

Otra de las salidas que se había planteado para el complejo era entrar a formar parte del grupo público de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), como ya ha sucedido con otras estaciones catalanas en los últimos años. Algo que tanto desde Boí Taüll como desde la alcaldía de la Vall de Boí descartan por completo en estos momentos. "No nos planteamos esta posibilidad, tenemos muy buena relación con la Generalitat pero nuestra voluntad es seguir siendo una compañía privada", concluye Domenech.

Consulta el estado de las pistas en el Canal Esquí de EL PERIÓDICO