La obsesión de Cristiano Ronaldo

Desde el momento en que Alex Ferguson posó sus ojos en él, todo el mundo supo que no era un futbolista más. Un partido amistoso bastó para que un auténtico cazatalentos como el entrenador del Manchester United apreciara la incuestionable calidad de Cristiano Ronaldo. El tiempo ha dado la razón al técnico, que tuteló la exitosa singladura del portugués (Madeira, 1985) por la Premier League. Hoy, siete años después, la promesa se ha convertido en una preciadísima realidad, gracias a su físico portentoso, su gran habilidad técnica y su ambición sin límites. Su perfil se corresponde con el retrato robot de un jugador completísimo, del futbolista total.

Ronaldo es un jugador dotado de infinidad de recursos, capaz de superar al rival con alguna de sus exquisiteces técnicas o sirviéndose de su gran velocidad. Tiene una pierna derecha portentosa, pero remata con semejante eficacia con la izquierda. Cabecea con potencia y precisión, gracias a su 1,85 de estatura y su excelente destreza. Y es un auténtico especialista en lanzamientos a balón parado, cualidad que se atreve a explotar casi desde cualquier rincón del ataque.

Con semejantes virtudes, los galardones individuales y los títulos de equipo no han tardado en aparecer. El jugador ya cuenta en su poder con una Bota de Oro, un Balón de Oro, un FIFA World Player y un FIFA FIFPro. Y contribuyó a ampliar el laureado palmarés del United con una Champions, un Mundial de Clubs y cuatro Premiers. Una trayectoria solo comparable a la de Messi, la gran estrella azulgrana. Demasiada tentación para Florentino Pérez, al que no le tembló el pulso cuando pagó la friolera de 94 millones de euros en el 2009 para que el portugués liderara su nuevo proyecto.

Un jugador que levanta pasiones

En su primera temporada en el Bernabéu, ya demostró su enorme potencial. Un potencial que incluso sobrepasa la dimensión estrictamente futbolística. El portugués es uno de los más codiciados reclamos publicitarios y levanta amores y odios con la misma intensidad entre los aficionados. Su adaptación al Madrid y a la Liga española ha sido meteórica. Y es que Ronaldo es un perfeccionista, empeñado constantemente en mejorar su físico, depurar su técnica y superar sus registros. Obsesionado con ser el número uno

Sin embargo, a pesar de su tremenda capacidad realizadora, ha sido incapaz de marcar al Barça hasta ahora. No pudo hacerlo en los tres partidos en que se midió a los azulgranas cuando jugaba en el United en las semifinales de la Champions del 2008 ¿incluso falló un penalti¿ y la final del 2009, ni en los dos en los que se enfrentó a los barcelonistas vistiendo la camiseta blanca. Pero sus impecables números en la actual Liga (14 goles en 12 partidos, 4 asistencias de gol) confirman que, probablemente, sea la mayor amenaza para el barcelonismo en la cita del 29-N.