EL REGRESO DE LA MAYOR RAPAZ EUROPEA

Empieza a volar el primer buitre negro nacido en Catalunya en un siglo

Gala, la semana pasada, cuando comenzaba sus primeros vuelos.

Gala, la semana pasada, cuando comenzaba sus primeros vuelos. / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Gala, el primer buitre negro nacido en Catalunya en más de un siglo, empezó a volar el pasado fin de semana en la sierra de Boumort (Pallars Jussà) bajo la atenta mirada de sus padres y con unos movimientos inseguros típicos de su corta edad. Gala, que vino al mundo el pasado 25 de abril, es hija de dos buitres negros de origen extremeño que fueron liberados en el 2008 dentro de un ambicioso programa de cría en cautividad.

El buitre negro, la mayor rapaz del continente europeo, se diferencia de su pariente el buitre leonado o común, ahora tan habitual en algunas zonas del Pirineo, por su color más oscuro, incluida la cabeza, y las alas más amplias. Un ejemplar adulto puede llegar a los tres metros de envergadura y a los 12 kilos de peso. Gala solo tiene cinco meses de vida, pero prácticamente alcanzado las dimensiones de un adulto (2,7 metros y 8 kilos, aproximadamente).

El biólogo Marc Gálvez, coordinador del programa de reintroducción, explica que la joven hembra ya se lanza al vacío aprovechando las corrientes de aire. "En estos primeros días está aprendiendo a desplazarse y a aterrizar con seguridad, normalmente sobre pinos o plataformas artificiales", comenta. Sus padres, que se llaman Perla y Portell, la siguen con la mirada, aunque en dos noches ya ha descansado fuera del nido familiar.

Filopatria

Dentro de unos meses, cuando ya sea un ejemplar juvenil, Gala empezará los vuelos de expansión. "Lo más seguro es que acabe yéndose lejos, aunque no descartamos que regrese de nuevo cuando sea adulta", dice Gálvez. Los buitres tienen mucha filopatria, es decir, querencia por sus lugares de origen. En tres años podrá ser una hembra reproductora.

Actualmente, dice el biólogo, parecen consolidadas en Catalunya cuatro parejas como resultado del programa de reintroducción, aunque solo una ha tenido descendencia. "Esperemos que el año que viene se animen las otras tres", afirma. Los buitres negros solo ponen un huevo por año, aunque luego su índice de supervivencia es muy elevado.

El plan de suelta lo han puesto en marcha las asociaciones Grefa y Trenca, el Departament de Medi Ambient de la Generalitat y la Obra Social de Caixa Catalunya. Red Eléctrica aporta los transmisores que los animales llevan adosados en una pata y permiten analizar sus movimientos.

Comederos artificiales

Los buitres son animales necrófagos que se alimentan de cadáveres de pequeños mamíferos como conejos y liebres, aunque cuando tienen oportunidad no hacen ascos a vacas, caballos y ovejas. Los buitres del programa de reintroducción permanecen por ahora en los lugares de suelta, en las sierras de Alinyà y Boumort, donde cuentan con alimentación gracias a la presencia de varios comederos artificiales.