«Siempre son los mismos»

Sun Feng y su novia, a la salida de la comisaría de Ciutat Vella, donde ayer pusieron una denuncia tras haber sufrido el robo de un móvil .

Sun Feng y su novia, a la salida de la comisaría de Ciutat Vella, donde ayer pusieron una denuncia tras haber sufrido el robo de un móvil .

SERGIO DELGADO
BARCELONA

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Nerviosismo y angustia son las primeras sensaciones que se perciben en la gente que se acerca a las distintas comisarías de los Mossos para poner alguna denuncia por robo. La comisaría que se lleva la palma en este tipo de denuncias es la ubicada en la calle Nou de la Rambla, en pleno distrito de Ciutat Vella. Los propios comerciantes y vecinos de la zona saben de sobras que «la gran mayoría de las personas que se acercan a la comisaría vienen a hacer alguna denuncia por el mismo motivo». Todos coinciden en que es lo más normal, de hecho se atreven a decir que ya es una «costumbre» en la zona.

Estos días Barcelona, aún más si cabe, se convierte en un constante ir y venir de turistas. «Ninguno de ellos está libre de sufrir un robo, y menos si es por parte de algún experto y avispado carterista», declara un comerciante de la zona más céntrica. Y como cabe esperar, los extranjeros son los más afectados.

Sun Feng es un joven chino que ha venido a pasar tres días a Barcelona con su pareja. Mientras ayer caminaban por Nou de la Rambla, donde está situada la comisaría, sufrió uno de estos robos. «Justo ahora me acaban de robar el móvil. Venía a denunciarlo y a enterarme de qué debo hacer», relataba el joven.

Zonas concurridas

Un miembro de seguridad del metro de la línea 2 explica que  «van directamente a por los turistas, que son los que suelen llevar objetos de valor encima o grandes cantidades de dinero». El mismo guardia de seguridad asegura que «los carteristas entran y salen constantemente. A veces los pillamos in fraganti, los retenemos y vienen los Mossos y se los llevan, pero al día siguiente o a las pocas horas ya suelen rondar otra vez por aquí». Al ser preguntado por los datos que presentaron ayer en conjunto la Guardia Urbana y los Mossos, confiesa que no ha notado «una bajada considerable en este tipo de delitos». Incluso llega a decir, con algún que otro gesto de incredulidad, que «los carteristas siempre son los mismos. Conozco a muchos y ellos me conocen a mí, hasta suelen saludarme al entrar».

Muy cerca de la parada del metro de Paral·lel, un vecino detalla que los carteristas «actúan en las zonas más concurridas, que son las mismas siempre: donde hay más turistas». Al poco rato, otro vecino explica: «Este es un barrio conflictivo y esta comisaría en concreto siempre está en ebullición»

Joan acaba de salir de la comisaría del distrito de Ciutat Vella, es vecino de Barcelona y se ha acercado a poner una denuncia por robo. Y es que a Joan y a su madre, una señora de avanzada edad que utiliza una silla de ruedas, les han robado mientras paseaban por la zona del Port Olímpic. «Afortunadamente solo se han podido llevar la cartilla del banco», afirma preocupado. Ya con la cuenta bloqueada y después del visible disgusto que llevaba al entrar, Joan confiesa que ya se siente «algo más tranquilo». «He notado un golpe en la espalda y en seguida me he girado. Tenía el bolso abierto y la cartilla ya no estaba», explica.

A los pocos minutos llega otra pareja de extranjeros acompañada por una guía turística y un coche de los Mossos. Les acaban de robar un bolso «de un tirón».