FUTURO DE UN EDIFICIO SIMBÓLICO DE SANT GERVASI

La Rotonda ultima su renacimiento

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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La lona de Mariscal, la que reproducía la fachada según el trazo del célebre diseñador e ilustrador, ha desaparecido. Que se retire un elemento como este solo puede significar una cosa: la obra se acerca a su fin. La Rotonda, uno de los edificios más simbólicos de Sant Gervasi, iniciará una nueva vida, la enésima, en octubre, cuando está previsto que termine la reforma impulsada por el propietario, Núñez y Navarro. Albergará oficinas con los bajos reservados a la restauración y el comercio.

La prensa ha podido entrar este jueves en la finca para comprobar el estado de los trabajos, que arrancaron a principios de esta década -en julio del 2011 se avistaron los primeros operarios- no sin antes superar todo tipo de obstáculos. Según la empresa constructora, todo estará listo a finales de septiembre, pero todavía no se ha empezado, o eso aseguran, a comercializar los metros cuadrados, tanto los destinados a despachos como lo que se ofrecerá a nivel de calle.

Nació como residencia en la primera década del siglo XX, un sueño del farmacéutico Salvador Andreu, el de las pastillas, que quiso poner la guinda a la ciudad jardín de la avenida del Tibidabo. Pero pronto fue un hotel de lujo en el que, décadas después, Alfredo Krauss y su pianista, José Tordesillas, practicarían sus funciones del Liceu. También fueron habituales del lugar personajes como el actor Lex Barker y su mujer, una joven Tita Cervera. En los primeros años 70 se convirtió en hospital. Y más tarde, siniestra ironía, fue clínica de enfermos terminalesUn siglo de lujo y agonías del que el estado de la finca no quedaba al margen.

"UNA MEZCLA RARA"

El arquitecto Alfredo Arribas, contratado por la compañía de Josep Lluís Núñez para diseñar la nueva Rotonda, ha mantenido los tres pisos originales, obra de Alfred Ruiz Casamitjana, ha restaurado la fachada y recuperado el templete modernista, el elemento más apreciado del edificio. El resultado, sin embargo, no convence a la plataforma Salvem La Rotonda, crítica desde el primer día con las intenciones del expresidente del Barça. Àngels Garcia, portavoz de este colectivo, lamenta que el resultado sea una "mezcla rara" entre la finca modernista y el añadido de estos últimos años. "Ha pasado de ser un edificio con forma de 'U' a ocupara la parcela por completo", se queja. Garcia espera, sin embargo, que la zona de ocio de los bajos ayude a revitalizar el barrio. La asociación sigue pendiente de que juez falle a la demanda que presentaron contra el diseño al considerar que se superaba la volumetría permitida. El proyecto, de hecho, ya renunció en su momento a una remonta.

Núñez y Navarro compró la propiedad a la familia Andreu en 1999 por 2.500 millones de pesetas. Sumado a los 70 millones de euros que ha costado la rehabilitación, el empresario habrá invertido 85 millones en el proyecto, que incluye cinco plantas de aparcamiento. La empresa tiene previsto celebrar jornadas de puertas abiertas a finales de septiembre para que los vecinos, antes de que las oficinas se alquilen, puedan conocer el edificio.

Durante este lustro de obras ha resurgido el debate sobre el uso que debía darse a La Rotonda. El propio Xavier Trias, durante la campaña electoral que le llevaría a la alcaldía en el 2011, fue meridiano: "Eso debe ser un hotel; este barrio no necesita oficinas". El propio Arribas, en febrero del 2013, se abonaba a la posibilidad de dar un giro al proyecto al asegurar que la finca "siempre ha sido camaleónica, forma parte de su filosofía y se puede adaptar a diferentes usos". "¿Por qué no introducir alguna forma menos compacta desde el punto de vista de la funcionalidad?", se preguntaba. Finalmente, se ha impuesto el deseo del propietario. fue un hotel y luego un hospital. Ahora, oficinas.