UN CENTRO PIONERO DE ORIENTACIÓN FAMILIAR

Madres en la adolescencia

Un equipamiento municipal de Sant Martí orienta a chicas que han seguido adelante con su embarazo

Jóvenes padres 8 Alejandra, Mauricio y el pequeño Jeremy, en el Espai Familiar de Sant Martí.

Jóvenes padres 8 Alejandra, Mauricio y el pequeño Jeremy, en el Espai Familiar de Sant Martí.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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Han pasado de ver como muy lejano un futuro con responsabilidades propias de adultos, de esperar el fin de semana para divertirse o de contar entre sus problemas con aprobar un examen a tener que afrontar un presente que, de entrada, suena a mazazo: padres en la adolescencia. Aunque para ser más precisos, madres, ya que la mayoría acaba asumiendo el rol en solitario. No es el caso de Alejandra, de 17 años, que acude al Espai Familiar de Sant Martí con su pareja, Mauricio, de 20, un centro donde reciben orientación para afrontar su nuevo papel. Desde hace seis meses son padres de Jeremy, un precioso bebé que les ha roto esquemas y planes.

Sobre todo a ella. De entrada, esta joven colombiana, que conoció hace unos dos años a Mauricio, ecuatoriano, cuando vivían en Tarragona, dejó los estudios con el embarazo.«En el colegio empezaban a hablar y preferí no seguir», cuenta. Dice que lo que más echa de menos es precisamente ir a la escuela: «Quiero seguir estudiando, pero ahora lo haré a distancia». Alejandra, tímida y de pocas palabras, se ha visto obligada por la situación a trasladarse a Barcelona y vivir en casa de la madre de él, quien les hace de tabla de salvación.

No por ello, esta joven pareja se ha quedado al margen de su súbita responsabilidad. No niegan que hubo dudas, pánico, indecisión... tanto por su parte como por su entorno familiar. De hecho, seguramente ningún embarazo adolescente es deseado. Pero decidieron seguir adelante y ponen su empeño en hacerlo a conciencia. También reconocen sentirse bastante solos, dejaron amigos atrás y en la capital catalana apenas conocen a chicos de su edad.

En el centro de Sant Martí, donde explican que Mauricio es el padre más implicado, se inició este programa hace un año como prueba piloto. La mayoría son madres adolescentes o menores de 21 años con relaciones inestables con el padre del bebé, o ya inexistentes.«Les explicamos cosas básicas, controles de alimentación, de salud o cómo estimular al bebé, pero sobre todo, les vinculamos al centro para poder realizar un seguimiento», afirma la coordinadora de la iniciativa, Ethel Ubiergo. Este curso el centro atiende a siete casos, derivados por los servicios sociales. En abril, el área de Acción Social, que depende del teniente de alcalde Ricard Gomà (ICV-EUIA), abrirá un proyecto similar en la Ludoteca Guitard de Les Corts, lo que no responde a que se haya detectado un aumento notable de embarazos entre adolescentes.

Porque pese a que uno de los objetivos reconocidos por la Agencia de Salud Pública de Barcelona es disminuir los embarazos en adolescentes por debajo de 7 de cada 1.000 (ahora representan 11 de cada millar y casi dos tercios acaban en aborto) parece que empieza a remitir el abultado incremento registrado desde principios de los 90. Aun así, según sus últimos datos, en el 2008 creció el número de chicas que optaron por ser madres, la mitad de ellas, de nacionalidad extranjera y de zonas en las que la maternidad precoz es culturalmente normal. De los 292 nacimientos que hubo en el 2007 se pasó el siguiente año a 316, mientras que los abortos, en el mismo periodo, variaron de 686 a 672.