UNA JOYA MODERNISTA

La plaza de la Virreina oculta una capilla inédita de Gaudí

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icoy35711625 gaudi160928210543 / ELISENDA PONS

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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El uso del 'trencadís' de las cúpulas, la caligrafía de las inscripciones en latín, la cruz de Malta, la elevación del tabernáculo, la profusión de ángeles que están de pie con las manos cruzadas sobre el pecho en lugar de volar y las columnas del altar y del comulgatorio con superficie alabeada son algunas pistas que han llevado a Josep Maria Tarragona, investigador de Antoni Gaudí, a afirmar que la capilla del Santísimo Sacramento de la iglesia de Sant Joan de Gràcia, en la plaza de la Virreina, es obra del arquitecto de la Sagrada Família, de la Casa Batlló y de la Pedrera.

Hasta ahora este oratorio, construido en 1909, se atribuía a Francesc Berenguer, mano derecha del genio, desde que en 1886 comenzó a trabajar como delineante en la construcción del Palau Güell. El próximo 5 de octubre, Tarragona impartirá una ponencia, titulada 'Desvelando una obra inédita de Gaudí', en el segundo congreso Mundial dedicado al célebre arquitecto que acogerá la Universitat de Barcelona.

FELIGRÉS DE LA PARROCIA

"Como biógrafo de Gaudí quería conocer la capilla donde cada mañana recibía la sacristía desde 1906, año en el que el arquitecto se fue a vivir a una casa del parque Güell con su padre, Francesc, Roseta, su sobrina huérfana, y Vicenta, la criada. Desde la montaña bajaba andando hacia la Sagrada Família. Siempre se paraba en la plaza de la Virreina. Así fue como Gaudí se convirtió en feligrés de la parroquia de Sant Joan de Gràcia, donde coincidía con su amigo Berenguer", explica Tarragona.

Tarragona reconoce que la primera vez que en 1999 entró en el oratorio se le disparó el corazón. "Viví la misma emoción estética y exacta punción religiosa que siento cuando admiro obras religiosas de Gaudí, como la cripta de la Colònia Güell. No lo dudé. Enseguida tuve la certeza. Era una obra de Gaudí atribuida a su colaborador. Seguro que Berenguer trabajó en ella, pero el sello de Gaudí no se puede imitar", asegura Tarragona, que ha dedicado 15 años al estudio de esta capilla, que permanece abierta al público en horario de tarde.

El oratorio se ha salvado en dos ocasiones del fuego al estar cobijado en el sótano de la casa parroquial. La primera vez fue durante la Semana Trágica, en julio de 1909, cuando todavía estaba en fase de construcción, y la segunda, durante la guerra civil. Por ello, algunos mosaicos de la cúpula que envuelve al altar se dañaron, y tras la contienda disimularon su ausencia con dibujos pintados que imitan el 'trencadís' original. Las otras zonas de esta sala con 14 bancos de madera se conservan mejor.

AUSENCIA DE DOCUMENTACIÓN ESCRITA

El escritor recuerda que Berenguer no tenía el título de arquitecto, por lo que sus obras las firmaba un compañero de profesión. "No he encontrado documentación escrita, pero la primera quema que sufrió la iglesia lo destrozó todo. Y después, durante la guerra, solo se salvaron las rejas y este oratorio", apunta. Sobre Berenguer, Tarragona, asegura que era amigo íntimo del genio. "Pero Gaudí no quería hacerle sombra, y menos en ese momento que fue el de su máxima creatividad", considera. "Entre ellos no solía haber papeles". agrega.

La capilla no es la única obra de la iglesia que Tarragona atribuye a Gaudí. En la fachada de la calle de la Creu se encuentra un 'jubé', un conjunto arquitectónico formado por un balcón central, rodeado a ambos lados de coros y con una crucifixión encima. "Servía para el obispo o los sacerdotes dieran la bendición al pueblo, el cual no entraba donde se celebraba la misa. El concilio de Trento reformó la liturgia y a partir de entonces todo el mundo podía acceder a misa ante el altar mayor. Los jubés desaparecieron de las catedrales españolas, pero quedaron algunos en Francia, Bélgica y en el centro de Europa. Gaudí quería ubicar uno en la fachada de la Glòria de la Sagrada Família, y en Gràcia hizo los ensayos", concluye.

Ferran Colàs, vicario de Sant Joan de Gràcia, asegura que había sospechas, pero no certezas de la intervención de Gaudí. "De lo que sí estábamos convencidos es de que las rejas, que sobrevivieron a los incendios, son suyas. Se ven en todas las capillas de la primera planta", indica. Tarragona dice que todavía es un tema a estudiar. "Podría ser".

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Un itinerario espiritual escrito sobre las c\u00fapulas","text":"El conjunto del retablo, el altar y el comulgatorio antes del segundo incendio\u00a0se conocen solo por fotograf\u00edas, una de ellas est\u00e1 colgada a la entrada del oratorio."}}