el futuro de la arteria barcelonesa

El plan de renovación de la Rambla pondrá énfasis en los criterios de seguridad

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ramblas / ALBERT BERTRAN

Patricia Castán / Barcelona

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En los próximos días o semanas -en verano- el Ayuntamiento de Barcelona debía fallar el resultado del concurso internacional que abrió el pasado marzo para elegir a un equipo interdisciplinar que aborde la titánica labor de "transformar" la Rambla. Un cambio que los operadores y vecinos de la zona aguardan hace años, pero que ahora tendrá readaptarse a las nuevas circunstancias, como ha asumido hoy la alcaldesa Ada Colau tras la Junta de Seguridad Local. La Associació d'Amics de la Rambla y otros colectivos de la zona defienden que, tras el atentado del pasado día 17, cualquier anteproyecto o propuesta ganadora debe incorporar nuevos criterios de seguridad entre sus pilares.

La entidad considera que hay suficiente margen de tiempo (la ejecución estaba prevista a principios del 2019) sin que se agreguen nuevas demoras a la reurbanización del vial más visitado de la ciudad, con 100 millones de paseantes anuales. Desde la instalación de bolardos u otras barreras fijas o móviles, hasta la peatonalización o nuevas vías de movilidad, reivindican, en pos de una Rambla que siga siendo abierta pero menos expuesta. 

La ansiada recuperación de la Rambla suma lustros de debate y cuenta como pasos previos con un plan de usos y un plan especial de ordenación (que estableció en mayo del 2016 los criterios para redimensionar quioscos, eliminar antiguas pajarerías, regular estatuas humanas, mejorar el tráfico...), pero el concurso para la transformación es la culminación. Incluye la redacción de una propuesta sociourbanística (abordando desde el ámbito social al turístico) y un proyecto de diseño para el espacio público. 

Los principios sobre los que tenía que sustentarse la reforma eran que la futura arteria fuera "inclusiva, accesible, contextualizada (con carácter propio pero conectada con el entorno), con mixtura de usos, sostenible, agradable, segura e innovadora". La palabra segura aludía, según el planteamiento del concurso, a "dificultar la aglomeración de personas, facilitar una movilidad fluida, minimizar los espacios enclaustrados, (......) y prever mecanismos para facilitar la seguridad activa cuando sea necesario". Era un punto entre una larguísima lista de requisitos y consideraciones. Ahora tiene que ser un aspecto más prioritario, opina Fermín Villar, presidente de Amics de la Rambla. 

Colau ha enfatizado hoy que la transformación de la Rambla deberá adaptarse a nuevas medidas de seguridad, contando incluso con la voz de los vecinos en la fase final de redacción. Previamente, en base a estudios, ha puntualizado el consistorio, "se incorporarán al proyecto todas las recomendaciones que nos hagan llegar los cuerpos de seguridad".

Amics de la Rambla había tratado el tema en reiteradas ocasiones con responsables de seguridad, pero sin pedir nunca en firme bolardos o alguna otra barrera. Sí es cierto que en la reciente celebración del multitudinario Tast a la Rambla solicitaron más protección, pero ante la inminencia del acto se optó por una solución sencilla, como taponar uno de los frentes con la ambulancia destinada al evento (cruzada) y el otro con dos coches de los Mossos.

Escuchar propuestas

Villar no reclama en concreto bolardos u otros tipos de mecanismos fijos, pero insiste en que el anteproyecto que se imponga contemple fórmulas que hagan menos vulnerable la zona. Los pivotes han funcionado en Escudellers, argumenta, consciente de que un "exceso de plataformas o barreras" en el concurrido vial sería contraproducente porque los usuarios tienden a instalarse encima o depositar basura. Ha llegado también el momento, tercia, de que el ayuntamiento amplíe "con motivo" su plantilla de Guardia Urbana y dote con más efectivos al corazón de la ciudad. Y que reconsidere la movilidad del eje, no aisladamente sino en el conjunto del distrito, incluso abriendo la puerta a la peatonalización.

Esta asociación de comerciantes y vecinos ha sido muy crítica con estos plazos de actuación, excesivamente dilatados (proyecto ejecutivo previsto en el 2018 y obras en el 2019), por lo que reclaman que la introducción de propuestas para una Rambla más segura no derive en más demoras.

La asociación de Antics Ocellaires, que integra los 11 puestos reconvertidos en usos variados (desde venta de entradas a helados) y cuyo futuro está en jaque y pendiente de resolución judicial, siempre ha reclamado barreras, apunta su portavoz, Mónica Trias. "Por supuesto que hay que poner bolardos y tal vez es el momento de hacer una Rambla peatonal", señala. "Hay que poner impedimentos" para que no se repita la historia.

Desde el sector de los floristas, Carmen Hernández también aboga por que la reurbanización de la Rambla reformule su seguridad, aunque no está segura de cuál sería el mejor sistema que permitiera "desalojos rápidos", como en el caso de manifestaciones conflictivas. 

Colau dice que en la Rambla se levantará un memorial a las víctimas

<span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">La alcaldesa Ada Colau ha asegurado este miércoles que en la Rambla se levantará un <strong>memorial a las víctimas del atentado</strong>. Además en el próximo pleno del ayuntamiento se propondrá otorgar la<strong> Medalla de Oro de la ciudad </strong>al mérito cívico a la Guardia Urbana, Bomberos de Barcelona y servicios de emergencia como el </span><span style="font-size: 16px; line-height: 26px; background-color: rgb(244, 245, 246);">Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB)</span><span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">.</span>