ESTUDIO EN 14 GRANDES EJES COMERCIALES

El 76% de las tiendas de Barcelona hacen descuentos anticrisis

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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las tiendas de Barcelona han tenido que reinventarse, literalmente, para poder levantar cabeza ante los golpes de la crisis. El cambio esencial, visible continuamente en escaparates y expositores, es la sensación de vivir en permanente periodo de rebajas, con aludes de descuentos y ofertas especiales. Así lo constata un estudio de ESADE y la Fundació Barcelona Comerç realizado el mes pasado, donde se concluye que el 76% de los comerciantes hacen promociones de precios fuera del periodo común de rebajas como principal anzuelo de ventas. El documento (Indicador Comerç Barcelona, Icob) muestra también cómo el precio ha pasado a ser gran motor de venta en la ciudad y cómo un 23% de los establecimientos analizados han tenido que reducir su plantilla para cuadrar los números.

Tras una larga temporada sin Icob, la puesta al día del informe (con datos del primer trimestre) viene a ser una confirmación de los estragos de la mala coyuntura económica, ya que el 70,5% dicen haber visto mermada su facturación respecto a un año antes. En el caso de casi una quinta parte de encuestados (un total de 500 de entre 14 ejes comerciales de la ciudad), la caída de ingresos supera el 20%. Una cifra preocupante que sin duda apoya la intención de cierre del 10,4% de establecimientos (como ya avanzó EL PERIÓDICO). Como contrapartida, un 14'3% tiene previsto abrir nuevos negocios.

RIESGO Y OPORTUNIDAD / Esta aparente contradicción se apoya en la esencia misma de las crisis, que tienen un efecto tan exterminador en la actividad económica como generador de nuevas oportunidades para los que asumen las nuevas reglas del juego. El catedrático y director del estudio, Josep Francesc Valls, destaca que «la gente se está adaptando al nuevo entorno», y Salvador Albuixech, vicepresidente de la fundación de comerciantes, que aglutina a 17 ejes, matiza que esta nueva guerra de precios propicia la «aparición de nuevos productos y marcas y obliga a hacer una mayor selección de la oferta». Quien lo logra prospera y amplía hasta su negocio. De hecho, hay casi un 10% de privilegiados que han aumentado sus ventas en Barcelona.

Pero tentar al cliente local no es cosa fácil. «El comprador se ha vuelto más selectivo, más práctico y menos impulsivo», cuenta Valls. Un 62,4% de vendedores afirman que aquellos les reclaman precios más bajos (en forma de descuentos) y un 38% piden que tengan marcas más baratas, mientras que apenas piden marcas mejores.

A resultas de este panorama, no es de extrañar que mucho antes de las últimas rebajas (en enero), los comerciantes ya llevasen semanas haciendo descuentos. Solo un 24,7% aguardaron a hacerlo en el periodo establecido de rebajas. El resto se abocaron a las promociones incluso desde el puente de la Constitución. No había ilegalidad de por medio, bajo el paraguas de los llamados «ofertas», «chollos», «precios especiales» y demás eufemismos. Aún así Albuixech aprovechó para reivindicar una flexibilización del periodo oficial de rebajas.

Por si fuera poco, la competencia está que arde en la oferta comercial barcelonesa. Un 66% perciben un incremento de presión en precios de la competencia, y en especial destacan que las tiendas chinas y los comercios con horarios prolongados son los que más la generan. Como armas, piensan en ajustar precios, seleccionar mejor sus marcas y renovar sus tiendas. Sorprendentemente, conciben la «atención al cliente» en el último puesto entre los riesgos para perder clientes.

MENOS MENAJE DEL HOGAR / Y aunque la bajada de facturación es general, algunos subsectores lo acusan más que otros, en especial el del equipamiento para el hogar.

¿Cómo es el nuevo comprador barcelonés? Su actitud está «más apagada» casi en un 67% de los casos; su afluencia a las tiendas ha caído en otro 60% (se ha mantenido en un 32,2%); «solo» compra lo que ha ido a buscar en la mayoría de las ocasiones; le cuesta más decidirse el 67,7% de las veces y realiza compras más pequeñas y controladas el 78% de ocasiones. Por no hablar de que en esa misma proporción va en busca de ofertas y descuentos, especialmente en moda y calzado, y que la mitad de veces se va sin comprar. Por fortuna, aún compra mucho cerca de casa, lo que evita males mayores en el comercio de barrio.