ENTREVISTA TRAS EL PREGÓN

Pérez Andújar: "El problema de la Barcelona de hoy es que es una marca comercial"

"Entré en una puerta espacial y hoy el planeta es otro". Así se siente el escritor tras ser el pregonero de la Mercè

Javier Perez Andujar

Javier Perez Andujar / ALBERT BERTRAN

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Javier Pérez Andujar se olvidó de la tormenta de controversias que le había perseguido. Ya en el Saló de Cent, colgó la chaqueta en una silla antes de leer el emotivo pregón de las fiestas de la Mercè que regaló a la ciudad la noche del jueves. En la solapa llevaba una chapa roja con el nombre de David Bowie, la leyenda de la música camaleónica a la que dedica una página de oro en su enciclopedia de héroes. No lo citó, pero a él también le dedicó un discurso lleno de complicidades con los barrios, la Barcelona literaria, Mary Santpere, los que renuncian a su identidad, los autores y sobre todo las autoras de bolsilibros del oeste y de ciencia ficción, los quioscos que vendían tebeos y los dibujantes satíricos.

-¿Cómo se siente el día después? Como si hubiera protagonizado una película de ciencia ficción. Entré en una puerta espacial y hoy el planeta es otro. Estos últimos días me han acusado de cosas que jamás he escrito. No quise explicarme por Twitter a quien no quiso escuchar. Prejuzgaban, preleían, prepensaban y, sobre todo, no se han parado a pensar. Me atribuyeron una ideología que no tengo. Decían que era españolista o unionista, lo decidieron ellos por su cuenta. Era una necesidad desesperada de ponerme en el papel de diablo, del enemigo que necesitan para existir.

-Lo que sí escribió en una crónica en 'El País' hace tres años es que la Diada le recordaba a un parque temático. Fue uno de los argumentos que algunos independentistas utilizaron para excluirme de la vida civil. Sí, hice una sátira y dije que parecía un parque temático. Cómo no iba a decirlo si iban todos en manada, haciendo todo lo que les mandaba la organización, y todos con la misma camiseta. Creo que Catalunya aspira a ser un país normal. La sátira es necesaria. En París veneran el 'Charlie Hebdo' y en Barcelona hemos tenido 'El Papus' y 'El Víbora', referentes de que lo más sagrado es satirizable. Ironizo siempre sobre catalanes o sobre españoles. Me voy a reír igual. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"En estos \u00faltimos d\u00edas me han acusado de cosas\u00a0","text":"\"En estos \u00faltimos d\u00edas me han acusado de cosas\u00a0que jam\u00e1s he escrito. Prejuzgaban, prele\u00edan, prepensaban y, sobre todo, no se han parado a pensar\""}}-¿Una caza de brujas? No, solo fueron a por mí. Fue un mazazo, un linchamiento como los de la película 'Furia', de Fritz Lang. Reviví el minuto final de 'Frankenstein', cuando los campesinos suben con antorchas a quemar su guarida. Los que me insultaban eran pocos pero muy desesperados y persistentes. Me daban pena, como algunos personajes del tebeo.

-¿Qué pensó cuando Toni AlbàNi me di cuenta de que era raro. Es un cómico de oficio en el sentido decente de la palabra. No me sorprendió que se disfrazara de Felipe V. Lo que me pareció extraño es que el grupo municipal de CiU enviara en su representación a dos concejales, dándole carácter institucional. Pensé que se les había ido la pinza, que iban a apoyar el ruido de carracas. Si yo hubiera podido elegir no habría ido ni a mi pregón. A esa misma hora mi amigo Jordi Canyissà presentaba su libro 'Raf. El gentleman de Bruguera'. Allí es dónde debían de haber enviado a los ediles.

-¿Qué opina de CiU? Los convergentes se han quedado solos, igual que el PP. Se han comportado con la misma mala baba y resentimiento. CiU se ha convertido en el PP de Catalunya. El día del pregón se me acercó Xavier Trias en tono dulce, amable y conciliador. El día anterior algo cambió, el viento cambió de sentido. Sopló hacia otro lado, crecieron los apoyos hacia mí.

-En su pregón elogió al universo del editorial Bruguera. Mis grandes héroes son los dibujantes. Si yo hubiera sabido dibujar me habría dedicado a ello. Pero soy un inútil, por eso me dedico a escribir, que no es otra cosa que contar lo que has visto hacer a los que admiras.

-¿Qué queda de la Barcelona que evocó en su discurso? Existe porque más de una generación la lleva dentro y porque si no estaríamos muertos. Es como decir que no existe el Gordito Relleno, de 'Pulgarcito'. Está vivo porque ha estado en mis lecturas. El problema de la Barcelona de hoy es que es una marca comercial, es como una calle llena de Mangos y de Zaras. Los medios no escuchan a la Barcelona real. Lo que se transmite de la capital catalana es una falsedad disfrazada de teleserie. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Mis grandes h\u00e9roes son los dibujantes. Si yo hubiera sabido dibujar me habr\u00eda dedicado a ello.\u00a0","text":"\"Mis grandes h\u00e9roes son los dibujantes. Si yo hubiera sabido dibujar me habr\u00eda dedicado a ello.\u00a0Pero soy un in\u00fatil y por eso me dedico a escribir\""}}-El gobierno de Ada Colau apuesta por dar voz a las reinvidicaciones vecinales en los barrios. Por eso me eligieron como pregonero, por todo lo que he explicado de los barrios, y porque este año tocaba un escritor con motivo del nombramiento por parte de la Unesco de Barcelona ciudad literaria. En mí se juntaban las dos condiciones. Estoy totalmente a favor de que el ayuntamiento favorezca a los barrios. Me crié en Sant Adrià del Besòs. Salía a jugar y veía cómo mis vecinos cortaban las calle para reclamar un ambulatorio o una guardería vecinal. En esos años, sabíamos lo que le pasaba al vecino de al lado, y la cultura era de otra manera porque se compartía.