ANÁLISIS TÁCTICO

Rakitic enciende la luz

El valor del croata se unió a la frialdad y el temple de Messi para remontar el encuentro

Ivan Rakitic levanta a Leo Messi tras marcar el argentino el primer gol del Valencia-Barça.

Ivan Rakitic levanta a Leo Messi tras marcar el argentino el primer gol del Valencia-Barça. / periodico

MARCOS LÓPEZ / VALENCIA

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1. LEO CAMBIÓ DE LADO EL PENALTI Y ACERTÓ

Hasta Luis Enrique, con la tensión del partido, ya imaginaba por donde Messi iba a lanzar el penalti, una suerte donde el astro es más terrenal que nunca. Venía el Barça de fallar una pena máxima ante el Manchester City. Fue Neymar quien se equivocó. Pero en Mestalla, y con el reloj ya agotado, la estrella argentina sabía que era su momento.

Pensó Luis Enrique que el 10 lanzaría, como ya es habitual, al rincón de seguridad, instalado siempre a la izquierda de los porteros. Es, en lo bueno y en lo malo, es lo que se llama el penalti messiánico. A media altura, con potencia y buscando el hierro posterior. En Mestalla, sin embargo, modificó todos sus hábitos.

Diego Alves, un estudioso tremendo de esta ciencia (lleva 19 penaltis parados), también quiso intervenir en esta acción. Se tiró el meta brasileño a su derecha. Ahí iba el nuevo lanzamiento de Messi, pero con tanta fuerza y precisión que hizo inútil esa plástica estirada. No solo cambió de lado el 10. Se olvidó de la izquierda; escogió el flanco derecho de Diego Alves. También cambió el tiro en sí. Disparó raso, sin que el balón se moviera en ningún momento del césped, guiado a distancia por Leo. El temple del 10.

2. IVAN, TRES POSICIONES Y MÁXIMA EFICACIA

Caía <strong>Iniesta</strong> y el Barça se echaba a llorar. Luis Enrique miró a Unzué, su ayudante, y no dudó: «'¡Que salga Ivan!» Salió Ivan Rakitic y completó un excelente partido, capaz, además, de desenvolverse en tres posiciones distintas encendiendo el interruptor de un equipo que se había quedado a oscuras al ver salir a su capitán en camilla.

Entró ejerciendo el rol de interior izquierdo, pero pronto se fue a casa (interior diestro) interviniendo ya en el 0-1, robando el balón y asistiendo a Messi, mientras Mestalla se encendía reclamando fuera de juego de Luis Suárez en la jugada. Lo era, Undiano no lo pitó.

Luego, el técnico del Barça, al comprobar el desorden del inicio de la segunda parte, removió su pizarra sacando a Denis Suárez por un inoperante André Gomes y le dio varias instrucciones a Rakitic. Ordenó Luis Enrique que Iván se pusiera en paralelo a Busquets ejerciendo la función de doble pivote, con libertad para descolgarse al ataque.

Así estrelló el croata un disparo en el poste, así cabeceó el croata un córner, repelido por Diego Alves, el prólogo del 2-2, también del delantero uruguayo. Estuvo presente Rakitic en dos de los tres goles del Barça. Pero, sobre todo, le dio equilibrio y fortaleza. Y pulmones.

3. ANDRÉ GOMES SALE EN LOS DOS GOLES CHÉS

Volvía a su vieja casa y se vio superado por el partido. Y por el rival. Y hasta por la emoción. Salió, para mal, en la fotografía de los dos goles del Valencia. André Gomes, a quien Luis Enrique escogió como interior derecho acompañando a Busquets e Iniesta, antes de su lesión, no tuvo peso en el partido. Más bien, sí. Pero todo negativo.

Empezó inquieto cometiendo errores en el pase, pero fue una conducción larga suya cuando el Valencia estaba desordenado el preámbulo del empate. Conducía la pelota en un Barça que sí algo tiene es que sabe pasársela.

El portugués perdió el balón en el centro del campo y el equipo de Prandelli, que había activado su ataque con Munir supliendo a Montoya y dejando a Joao Cancelo como lateral derecho puro, halló una mina a su espalda. El Barça estaba desorganizado; Digne, arrastrado por el error de André Gomes, también se quedó fuera de foco. Ahí, en el carril izquierdo de la defensa azulgrana, descubrió Prandelli un filón de oro, aunque el segundo gol, el de Rodrigo, llegó por la izquierda. Y también ahí apareció André Gomes, que no siguió la orden de Umtiti para adelantar la línea defensiva. Se cansó Luis Enrique y lo sacó del campo.