Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Puigdemont, convoque elecciones en Noviembre

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont. / ARCHIVO / ACN

Jesús Pichel

El 1-O probablemente será un día tenso, muy tenso, entre quienes quieran votar en el referéndum declarado ilegal y quienes tienen orden de impedir que se celebre. Que habrá movilización de votantes y de fuerzas de seguridad, a estas alturas ya parece inevitable. Y esperemos que la tensión no vaya más allá y todo se quede en manifestaciones de protesta y vigilancia prudente. Que al final de la jornada, si no ha ocurrido un disparate irremediable, habrá valoraciones contradictorias y baile de cifras de unos y otros, es igualmente esperable. Que ambos bandos se declararán vencedores, lo doy por hecho.

No sé si llegarán las urnas a los colegios electorales, ni sé si se constituirán las mesas, ni sé si quienes se acerquen a votar podrán acceder. Supongo que no. En cualquier caso, ya parece muy evidente que no habrá referéndum -lo que se entiende como referéndum democrático- sino otra cosa, si acaso hay algo.

Puigdemont y a su Govern solo le quedarán dos salidas: la declaración unilateral de independencia -sabiendo a lo que se exponen y a lo que exponen a la ciudadanía- o la convocatoria de elecciones autonómicas que intenten recoger el entusiasmo de los fervientes y el enfado de los indecisos, pero a riesgo de que se enfríen los ánimos por el desencanto con el 'procés'.

La DUI nos retrotraería a la foto de 1934 y a mantener la herida abierta y en peligro de infectarse. La convocatoria de elecciones será una huida hacia adelante -un ejercicio de procrastinación, como se dice ahora- si se plantean como Constituyentes o, de nuevo como plebiscitarias.

El día tres de octubre, aún en medio de la resaca -si el día uno no se ha producido una desgracia, insisto-, Puigdemont debería firmar el decreto de la convocatoria de elecciones para el domingo 26 de noviembre con el objetivo de redactar un nuevo Estatut, similar al del 2005, que sea refrendado legalmente y sea respetado por las Cortes y por el gobierno. Ni la imposición de unos ni la represión de otros son la solución al problema.

Participaciones de loslectores

Másdebates