El Hotel Nouvel, un siglo de hospedaje burgués

"Él parecía un excelente sujeto -escribió Josep Maria de Sagarra en Vida privada-. Le habían llevado a Barcelona unos asuntos relacionados con la industria metalúrgica, y se hospedaba en el Hotel Nouvel·. Esta alegoría ficticia de los nuevos ricos de principios de siglo XX no se ubica en el Hotel Nouvel por casualidad. Y es que Sagarra se sirvió de este enclave real para retratar una aristocracia decadente y el nacimiento de una nueva Barcelona, moldeada bajo el prisma de una incipiente y poderosa clase social, la burguesía.

Construida en 1899 por el arquitecto Francisco de Paula del Villar, la Casa Miralbell (calle de Santa Anna, 20) fue un edificio residencial del abogado y apasionado de Wagner Enric Miralbell, y la hija de un reputado cirujano, Josefa Centena. "Mi bisabuelo lo hizo construir para alquilar los pisos -explica su bisnieto, Oriol Miralbell-, pero el diseño característico se debe a mi bisabuela·. El inmueble destaca por un estilo ecléctico con reminiscencias modernistas, como las molduras florales de la fachada y las barandillas de hierro forjado de los balcones, profusamente trabajadas.

Teléfonos en la habitación

Tras la muerte de Enric Miralbell, su quinto hijo, Josep Maria, heredó la propiedad y, asociándose con su cuñado, el empresario Francesc Malagarriga, fundaron el Hotel Nouvel en 1917. El establecimiento fue dotado de los últimos lujos y avances en la época, como teléfonos en las habitaciones, un servicio de intérprete y una red de omnibuses para recoger a los huéspedes en el puerto y en las estaciones de tren.

"Prueba fehaciente del resurgimiento de nuestra hotelería es la inauguración del Nouvel, dadas sus condiciones de higiene y confort que lo sitúan entre los mejores del mundo·, reza un anuncio de la época, que el actual director, Gabriel Carulla, conserva como una rareza. "Me encanta esta foto del recepcionista al lado de una escupidera de metal y los zapatos del botones·, señala, mientras enseña una vieja instantánea del personal. "Recuerdo que la antigua secretaria me contaba que aquí se había hospedado Franco cuando era capitán y también La Pasionaria (Dolores Ibárruri) ·, añade a modo de anécdota.

Los empleados

La familia Carulla adquirió el hotel en 1965 y, desde entonces, se han grabado varios filmes como la serie de televisión Vida privada o la película Fanny Pelopaja. No obstante, en los años 70, el hotel había perdido la modernidad y el glamur de antaño, hasta que se remodeló durante los Juegos Olímpicos y hoy en día, cien años después de la fundación, el Hotel Nouvel cuenta con tres estrellas.

Su estado de conservación, admiten Carulla y Miralbell, fue en gran parte posible gracias al cuidado de los trabajadores durante la colectivización del hotel en la guerra civil. "Por eso pienso que si algún día bautizamos las habitaciones, me gustaría que llevasen el nombre de Rosalía, Federico y tantos otros trabajadores que velaron por el Hotel Nouvel·, remata el director.