GENTRIFICACIÓN EN BCN

El Poble Sec pasa a la acción ante el disparatado encarecimiento de la vivienda en el barrio

Edificio en construcción en la calle Poeta Cabanyes, 23, del barrio del Poble Sec.

Edificio en construcción en la calle Poeta Cabanyes, 23, del barrio del Poble Sec. / DANNY CAMINAL

Patricia Castán

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Si alguien ha buscado piso en el Poble Sec en el último año habrá alucinado con los precios. Cierto es que la vivienda se ha convertido en los últimos tiempos casi en un lujo en Barcelona, pero este barrio popular de Sants-Montjuïc vive una espiral gentrificadora especialmente singular por su proximidad al centro de la ciudad y al 'boom' del vecino Sant Antoni, sus buenas comunicaciones, la invasión de bares y restaurantes que lo han puesto de moda y la abundancia de viviendas de pequeñas dimensiones, objeto de deseo de la noche a la mañana de grandes y pequeños inversores. El informe anual del portal inmobiliario Idealista lo aúpa al primer puesto en la lista de barrios donde más se encareció la compra de un piso en el 2017.

Ese presunto aumento corta la respiración, un 42% el último año. Los datos se basan en cientos de anuncios en la web, que no en el precio final de venta, pero en todo caso se comparan sobre precios también de los anuncios de finales del 2016. El brutal aumento no es general, porque está desvirtuado por los astronómicos precios de varias promociones de alto 'standing' impulsadas por empresas inversoras. Pero es precisamente ese auge especulativo (comprar para rehabilitar a lo grande y vender a precio de oro), lo que ha detonado un sinfín de contratos extinguidos, cuyos titulares se ven abocados a dejar el barrio. Gentrificación en estado puro en un barrio que cotiza al alza y deja a sus vecinos de siempre fuera de juego, denuncia el Sindicat del Barri del Poble Sec, que está cosechando éxitos en su ofensiva de plantar cara a la especulación.

El portal Idealista destaca que es la zona que más se ha encarecido en el 2017, desvirtuado por nuevas promociones de lujo

En los últimos meses se han ofertado en los portales inmobiliarios numerosos pisos de edificios renovados en el Poble Sec a entre 350.000 y más de un millón de euros. Ejemplos: bajos con terraza de 59 metros cuadrados a 488.000 euros (en este momento) en una finca en construcción en Poeta Cabanyes donde antes hubo un garaje; rehabilitación en la calle de Lleida que se salda con pisos de dos habitaciones a 390.000; otra en el Paral·lel con áticos de una habitación a 483.000, un piso con terraza 750.000 en Salvà, áticos pequeños a más de 900.000 (ya vendidos), un apartamento de 44 metros con licencia turística a 370.000... Las terrazas, reformas de diseño y otros reclamos han nutrido al barrio de vecinos adinerados (o con hambre de segundas residencias) procedentes de Reino Unido, Alemania, Finlandia y hasta Australia, entre otros. Sucumben a la idílica promoción de los inversores, que anuncian el barrio como "de moda", "trendy", y otras maravillas.

Fincas completas

Ese proceso acelerado se nutre de grupos inversores y también de pequeños inversores que solo compran algún piso suelto y buscan buena rentabilidad, muchas veces con turistas o extranjeros. El primer caso, con exponentes de fincas completas en las calles de Margarit, Elkano, Poeta Cabanyes, Lleida, Mare de Déu del Remei, el Paral·el... está protagonizado especialmente por dos promotoras inmobiliarias especializadas. La actividad de una de ellas es tan intensa que el Sindicat realizará una acción en su contra el próximo martes, justo un día antes de que se lleve a cabo un nuevo intento de desahucio de Feliciano, un vecino de la calle de Murillo, 12, que resiste casi en solitario en su deteriorada vivienda alquilada en una finca inmersa en obras.   

El colectivo aglutinado como sindicato empezó a funcionar hace un par de años, aunque su actividad se multiplicó en el 2017 ante el cauce que tomaba el problema de la vivienda. En un barrio de algo más de 40.000 vecinos, donde en el 2017 estaban empadronados 15.728 extranjeros (la mayoría, inmigrantes con ingresos modestos), los alquileres de 500 a 700 euros habituales durante la crisis han dado paso a aumentos repentinos de 200, 300 o 400 euros con motivo de la finalización de los contratos o de la entrada en escena de un nuevo propietario que intentaba un incremento ilegal, cuentan en el Sindicat. 

El Sindicat de Barri del Poble Sec recoge cada semana en sus asambleas nuevos casos de expulsión de vecinos

La entidad celebraba una asamblea por mes, donde no dejaban de aflorar nuevos casos. Tantos, que este año ya se reúnen semanalmente. Y siempre aparece alguien con una nueva problemática, ya no ligada a los desahucios de los años de crisis y más paro, sino al auge de los precios. Algunos acuden cuando les avisan de un aumento que no pueden asumir, otros cuando sospechan que un fondo buitre planea sobre el edificio... El Sindicat ha llegado a editar un folleto que ahora reparte en todas las escaleras de vecinos para alertar de las situaciones sospechosas y tomar medidas antes de que las fincas cambien de manos, como se ha logrado en un caso de Nou de la Rambla.

Fuentes del colectivo insisten en destacar, no obstante, que ni pueden ni quieren limitarse a informar de casos o buscar alternativas a los más desfavorecidos. Al contrario, llaman a la resistencia, que se traduce en recomendar a todos los que acuden en busca de apoyo "que no dejen sus pisos". Que se queden pagando el anterior alquiler y planten cara, con ayuda del Sindicat, para defender su derecho al barrio. "La gentrificación está siendo brutal. Durante mucho tiempo algunos asumían las subidas y otros muchos se iban", añaden, "ahora empiezan a ver que buscando ayuda pueden permanecer en sus casas".

O como mínimo, en el barrio, ya que los activistas reivindican también que cualquier realojo social, con ayuda de las Administraciones, se realice en el seno del barrio. En muchos casos son personas de avanzada edad o familias arraigadas.  

5 mandamientos contra la especulación en el barrio

Los cinco puntos clave que diseñó el Sindicat de Barris del Poble Sec y que lograron consenso y apoyo entre las entidades vecinales y sociales del barrio son: la limitación de los precios del alquiler, la renovación automática de los contratos, frenar los desahucios y lograr realojos en el mismo barrio, reducir drásticamente los pisos turísticos e impulsar nuevos modelos de vivienda. Su asamblea vecinal por la vivienda brinda asesoría colectiva cada lunes a las 18.00 horas en el Ateneu Cooperatiu la Base (C/ Hortes, 10).