Colau confía en cerrar la ansiada aprobación presupuestaria en un pleno el viernes

Hace tiempo que las semanas en la Barcelona de Ada Colau empiezan con la esperanza por parte de la alcaldesa y su equipo de gobierno de que sea la última sin acuerdo de presupuestos. Pero pasan los días y ya es casi costumbre que todo se retrase.

Esta vez, Colau confía en un desenlace rápido, en que la negociación con la CUP dé frutos en los próximos días y permita contar con el apoyo de sus tres concejales a la modificación de crédito que el plenario debe aprobar para que el presupuesto para el 2016 se vea incrementado en 275 millones de euros.

La alcaldesa y su equipo no tienen una fecha cerrada, pero confían en poder convocar el pleno extraordinario que dé luz verde a la modificación el próximo viernes. Si la negociación se agiliza, podría celebrarse antes. Si surge algún imprevisto, pasar al lunes 9 de mayo. Todo pende de la posición de la CUP, una vez Barcelona en Comú ya se ha garantizado los votos de los concejales de ERC y el PSC, con los que suma 20 concejales, a uno de la mayoría absoluta, que le garantizarán los anticapitalistas si hay pacto. La CUP ya ha demostrado que no debe darse nada por hecho antes de tiempo.

LAS DIEZ PEDALADAS ANTISISTEMA

El grupo que encabeza María José Lecha asistió a como el PSC y ERC recibían una atención aparentemente superior: ambos partidos pudieron cuantificar y mostrar el premio recibido por apoyar la modificación. Los socialistas, reformas en la Ronda de Dalt, la calle de Pere IV y la Meridiana por valor de 43 millones de euros. Los republicanos, inversiones para llevar el metro a la Zona Franca (15 millones este año) y un acuerdo para desencallar el cierre de la Modelo que implica comprar el solar de la cárcel de Trinitat a la Generalitat por ocho millones de euros, de los que al menos dos se pagarían este año.

En cambio, la CUP no vio inicialmente satisfechas algunas de las diez líneas rojas que marcaron con vistas a la modificación, lo que llaman “las diez pedaladas”,  que en muchos casos contienen propuestas que coinciden o se parecen mucho a propuestas del programa electoral que empleó Barcelona en Comú durante la campaña electoral de las municipales.

NEGOCIADORES

Durante los últimos días, representantes de BC y de la CUP han hablado sobre las “pedaladas”, y han centrado su interlocución en cinco de ellas, las vinculadas a los ámbitos de vivienda, renta, policía, municipalización de servicios y el carnet de ciudad que el grupo de Lecha pide para los simpapeles.

En las negociaciones de los últimos días, por parte de Barcelona en Comú, han cobrado peso, junto a la del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, las figuras del concejal Eloi Badia, la del director de alcaldía, Manu Simarro –el colaborador más cercano de Colau en el día a día- y la del jefe de gabinete de Pisarello, Miquel Ortega.

EL PLENO SUSPENDIDO

La modificación de crédito debía aprobarse en un pleno extraordinario convocado para el lunes 25 de abril que el equipo de gobierno tuvo que suspender una hora y media antes de su inicio por que la CUP se disponía a votar en contra. Hubo incluso negociación BC-Ciutadans, aunque no cuajó. Esta semana vuelve a parecer la definitiva, pero nunca se sabe.