LOS DESPLAZAMIENTOS EN EL ÁREA DE BARCELONA

El metro y el bus baten récords a pesar de la crisis y las subidas

RAMON COMORERA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el 2011, con un incesante cierre de empresas, la escalada del paro y un aumento de tarifas que superó de largo la inflación (aunque mucho menor al de este año), el transporte público que depende del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) tuvo una cifra récord de validaciones. Nunca antes se habían llevado entre el Llobregat y el Besòs 652 millones de personas, un 1,3% más que en el 2010. El metro fue en cabeza con un 2%, mientras que los buses del Baix Llobregat crecieron del 3% al 11%.

La cifra es de récord, la más alta, si bien el crecimiento se moderó sobre el 2010, cuando el aumento global alcanzó el 2%. Antoni Poveda, vicepresidente de Transportes y Movilidad de la AMB y alcalde socialista de Sant Joan Despí, atribuyó ayer de nuevo estos buenos resultados a la mejora del sistema, con la ampliación del metro y del bus, pero también aludió al descenso del tráfico.

En el conjunto de las grandes vías que discurren por el área, la circulación bajó un 0,5% el año pasado. La escalada del precio del gasóleo y de la gasolina crearía así nuevos clientes de TMB y de las distintas empresas que con concesiones de la AMB explotan las líneas interurbanas.

EFECTO DEL 'TARIFAZO' / «En cierta forma son vasos comunicantes», afirmó. Es decir, la T-10 era cara (ahora lo es mucho más), pero el coste de repostar la superaría. Por ello, Poveda, que no votó a favor del aumento del 2012 decidido por el Govern de CiU, no teme «especialmente» que con el tarifazo se pierda ahora pasaje.

Entre las importantes subidas de viajeros en los buses del Baix Llobregat destaca el Sant Boi-Barcelona, con el 10,8%. Otras ciudades con aumentos notables son L'Hospitalet (8,6%), Castelldefels (5,2%) y Gavà y Viladecans (4,4%). En el Barcelonès Nord y Horta, en cambio, siguieron, pero menos, las pérdidas por la apertura de la L-9/10, con caídas del 5,2% y del 16,2%, respectivamente. Los buses de TMB redujeron hasta el 0,6% su pasaje, la menor pérdida de los últimos años al haber casi asumido las fugas por el nuevo metro.