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Cómo ahorrar en calefacción sin pasar frío

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Cómo ahorrar en calefacción sin pasar frío

La clave está en la eficiencia energética de nuestro hogar y de nuestro sistema de calor. Gracias a los fondos europeos Next Generation y la ayuda de entidades como BBVA que lo facilitan a través del asesoramiento experto, la gestión de las subvenciones y la financiación de proyectos, este es un momento idóneo para acometer cambios en la vivienda que marcarán una gran diferencia en las facturas.

Por: Redacción

Durante los meses de frío, la calefacción representa el 47% del consumo de energía en un hogar, según los datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). Aunque este otoño –con temperaturas más cálidas de lo habitual– el termómetro ha sido el mejor aliado de las familias para retrasar la puesta en marcha de sus sistemas de calefacción, un estudio de la OCU estima que cada hogar gastará 750 euros en energía este invierno. Eso de media porque, en algunos el gasto estará muy por encima y en otros bastante por debajo, en función de varios factores como las características climáticas de nuestro pueblo o ciudad, de la eficiencia energética de cada hogar y edificio y del sistema de calefacción del que se disponga.

Pequeños gestos que suman eficiencia y restan gastos

Para tratar de reducir la cuantía de la factura, se impone poner en práctica todos los medios a nuestro alcance: empezando por las medidas más fáciles de aplicar, como purgar los radiadores de agua –los más comunes en los hogares españoles– para que la presencia de aire no merme su eficacia, vestir la vivienda en invierno con elementos aislantes como alfombras, cortinas gruesas y burletes y evitar cubrir las fuentes de calor.

Otra de las medidas más eficaces es instalar termostatos para ajustar la temperatura en cada estancia y programar el encendido y apagado. Algo tan fácil como cerrar los radiadores de las habitaciones que no usemos o rebajar la temperatura en las zonas de paso permite reducir la media de la vivienda en 1 o 2° C sin pasar frío. Y cada grado menos supone en torno al 10% de ahorro en energía.

El dinero de las facturas también se escapa por la ventana. De hecho, alrededor del 25% de la calefacción que se gasta en una casa se debe a la pérdida de calor por las ventanas. Por eso, instalar unas más eficientes que conserven el calor y aíslen del frío será una inversión que saldrá a cuenta en todas las estaciones y que, en un plazo de menos de 10 años, nos habrá hecho ahorrar más de 1.500 euros en energía.

Calderas de condensación, aerotermia, paneles solares… ¿Qué sistema de calefacción es más eficaz?

Con la energía en máximos históricos, puede ser el momento de dar un paso más allá y sustituir los medios de calor más tradicionales por otros más económicos y sostenibles.

La calefacción de gas sigue siendo el sistema más común en los hogares españoles y, sin embargo, se estima que alrededor del 90% de las calderas todavía no son de condensación y, por lo tanto, son ineficientes. Cambiar la caldera vieja por una más eficiente se nota en el bolsillo porque reducen un 30% el consumo de gas que necesitan para calentar la casa y el agua doméstica. En un hogar estándar, esto se traduciría en un ahorro de más de 3.000 euros en menos de 10 años. Además, el planeta también sale ganando porque un menor consumo de energía implica también menos emisiones contaminantes.

La OCU ha calculado el coste anual de calentar una vivienda de 90 m2 en una región fría en función del sistema que se emplee. Y la conclusión es que el sistema más eficiente es la aerotermia, o lo que comúnmente llamamos bombas de calor. Aunque funcionan con electricidad, su alta eficiencia se debe a que por cada kWh hora que consumen aportan 4 kWh de calor. Esto les permite ser muy económicas, incluso a pesar del precio de la electricidad: unos 455 € al año.

Otro de los puntos a favor de las bombas de calor es que pueden ser más rentables todavía si se complementan con la instalación de placas solares para abastecerlas. El autoconsumo energético permite ahorrar hasta el 70% en la factura de la luz (más de 10.000 euros en una década).

Además, el momento actual es idóneo para la instalación de la infraestructura fotovoltaica necesaria, gracias a las ayudas europeas destinadas a que los propietarios rehabiliten sus viviendas en la línea que marca la necesaria transición energética.

Subvenciones y financiación para mejorar la eficiencia

Para ayudar a dar el paso en esta y otras medidas de eficiencia energética que ayudarán a convertir su vivienda en una más sostenible y en consecuencia a ahorrar en las facturas, BBVA ofrece el Plan de Eficiencia Energética, que además de acompañamiento experto y consejos, guiarán al cliente en el proceso de solicitud de las subvenciones disponibles y en el acceso a las soluciones de financiación.

En este sentido, BBVA ofrece el Préstamo Eficiencia Energética, para abordar las reformas necesarias en el hogar y comprar equipamiento destinado a ahorrar energía. Esto incluiría la instalación de bombas de calor, paneles solares o calderas de condensación; la automatización de sistemas de encendido y apagado; el aislamiento de fachadas y sustitución de ventanas, entre otras actuaciones.