La reportera Ángela García Romero (TVE). Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal.

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Años atrás cuando un reportero, o reportera, hacía un directo en la calle para una cadena de televisión, el gran riesgo que corría eran los transeúntes espontáneos que se paraban delante de la cámara, sacaban la cabeza  y se ponían a saludar como descosidos gritando: «¡Paquitaaa, te quiero!», o «¡Mamaaá, miraaa, salgo por la teleee!», y cositas así, engorrosas si quieren, pero la mar de naïfs e ingenuas. En  la cobertura televisiva del 21-D en Barcelona, la reportera de TVE Ángela García Romero –vídeofoto adjunta– las pasó canutas para poder realizar su trabajo informativo; la reportera de A-3 TV Blanca Basiano exclamaba entre empujones: «Un grupo nos rodea y nos insulta»; en Tele 5, sobre un rótulo que decía «Vulnerado el derecho a informar», el presentador Pedro Piqueras nos enseñaba las dificultades de Mayka Navarro cuando conectó en directo con el programa de Ana Rosa, una situación por fortuna bien solventada por Mayka que es ducha en la materia. En Intereconomía TV, al reportero Cake Minuesa, en la Via Laietana, le soltaron un puñetazo en la narizCake Minuesa y acabó sangrando y rodando por el suelo.