Así funciona el bus autónomo de Estocolmo

Carlos Márquez Daniel

Parece más el decorado de una película de catástrofes que un nuevo barrio que aspira a albergar a miles de personas. Se trata de Barkarby, distrito de la ciudad de Järfälla a escasos 20 kilómetros de Estocolmo, en Suecia. Calles desiertas, edificios nuevos o a medio levantar. Aceras inmaculadas, el centro comercial, la estación de autobuses, la cafetería. Una ciudad dormitorio ideal para los que, como sucede en Barcelona y su entorno metropolitano, ya no pueden permitirse vivir en la capital. Pero Barkarby es también tubo de ensayo del futuro de la movilidad. Basta con un paseo para identificar a los protagonistas; se trata de tres autobuses autónomos, con aspecto futurista, que funcionan a demanda y que son un derroche de tecnología y buena intención. Todo muy futurista, pero llevan dentro a un ser humano. Por si las moscas. Y porque la ley todavía no permite que un vehículo de transporte vaya solo por el mundo.