Entrevista al líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament.

FERRAN NADEU

El líder del PSC, Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966), quería correr este domingo la Mitja Marató de Granollers, pero no podrá debido a su agenda política. En rojo tiene señalado el 19 de febrero, porque la de Barcelona no se la piensa perder. Unos 21 kilómetros le saben a poco si se comparan con tres meses de negociación de presupuestos. Para el jefe de la oposición, el pacto con el Govern de Pere Aragonès supone un punto de inflexión en la política catalana que constata el fracaso de la coalición que forjaron ERC y Junts al principio de la legislatura. Asegura que no le preocupa que su apoyo a las cuentas suponga también alargar la vida del Govern en minoría de Aragonès y, por lo tanto, se aleje un escenario electoral. En esa carrera, insiste, no tiene prisa porque es de fondo. Su apuesta es la "política útil", ganar centralidad con un rol de "gobernar desde la oposición" que en ningún caso supone garantizar la estabilidad de un Executiu que considera que, a pesar de disponer de presupuestos, es "débil" y no tiene "un enfoque adecuado".