El president Quim Torra, en la manifestación por el aniversario del 20-S en Barcelona.

CARLOS MONTAÑES/ VIDEO ATLAS

El enemigo externo es uno de los agentes cohesionadores más potentes que se conoce. Su aplicación es aconsejable en caso de pequeñas o medianas rencillas internas. Pero no es la purga de Benito, ni el bálsamo de Fierabrás. Si la brecha es profunda, como la que divide el Govern de JxCat y ERC, ni tan solo la conmemoración del primer aniversario de la intervención judicial en la Conselleria de Economia es capaz de suturarla. Así, en tanto que extramuros se recordaba el día en que empezó el choque de trenes (aunque este fuera un Talgo contra un Rodalies), puertas adentro del Palau de la Generalitat la tensión generada por el asunto de la suspensión temporal o no de los diputados en la cárcel y en Bélgica sumaba enteros.