El campeón del mundo de motos de agua, Franky Zapata, durante el desfile del 14 de julio en París.

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Verle suspendido en el cielo parisino a escasos metros de la tribuna de autoridades, como si de repente se hubiera colado en escena un Iron Man con fusil, fue la gran sorpresa del desfile del 14 de julio. El protagonismo se lo llevó Franky Zapata, un marsellés de 40 años que renunció al sueño de ser piloto de helicóptero al ser daltónico pero ha logrado agitar el sector militar con un invento nacido para el deporte.