Barcelona propone playas sin cuadrículas y controladas con videosensores

RICRD CUGAT / EFE VÍDEO

El ansiado momento de poder colocar la toalla en las playas de Barcelona y darse un chapuzón puramente recreativo llegará el próximo lunes, con el inicio de la fase 2 de la desescalada, pero con una batería de medidas para controlar la afluencia y evitar la peligrosa acumulación de bañistas. Cámaras desde la Torre Mapfre, videosensores de próxima instalación, informadores y Guardia Urbana humana tratarán de garantizar que la distancia entre usuarios sobre la arena sea de al menos dos metros, y que por tanto no se supere un máximo de 38.000 personas en el litoral. El control de acceso físico se instalará de momento en las cuatro playas que corresponden a Ciutat Vella (Barceloneta, Sant Miquel, Somorrostro y Sant Sebastià) por ser las más concurridas.