Luis Enrique deja la Roja y Robert Moreno pasa a ser seleccionador

CRISTINA QUICLER (AFP / VÍDEO: EFE)

Al fondo, pero visible, muy a flor de piel, se palpaba el dolor, el viacrucis, de un amigo, la incertidumbre de ese problema familiar que tiene atenazado a Luis Enrique Martínez, hasta este miércoles seleccionador español de fútbol. A él y a toda su familia. Era evidente que no se podía seguir así. Era cristalino que Luis Enrique no podía, por más que quisiera, tener la cabeza y, peor aún, su corazón, dividido porque, aunque no se sepa ("os continuo agradeciendo lo discretos que estáis siendo con este caso", repitió Luis Rubiales, presidente de la federación, ante decenas de periodistas), el problema es tan grave y doloroso que requiere de la ayuda y empuje de toda la familia del ya exseleccionador.