Salud

Esto es lo que pasa si bebes cerveza directamente del bote sin limpiarlo

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Lata de cerveza.

Lata de cerveza. / PIXABAY

Lola Gutiérrez

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A falta de vaso, no son pocos los usuarios que optan por beber cerveza directamente de la lata. Esta costumbre, higiénicamente cuestionable, puede acarrear serias consecuencias para la salud.

Si bien existe un minucioso proceso de seguimiento durante la producción y distribución de cada lata de bebida, lo cierto es que toda precaución es poca cuando se trata de garantizar un consumo saludable.

Suciedad y bacterias

Pese a que la suciedad a veces salta a la vista, muchas otras pasa desapercibida ante nuestros ojos, lo cual no significa que no siga estando allí y representando una clara amenaza para nuestro organismo. Por esta razón, siempre es recomendable limpiar las latas antes de servirlas en un vaso o beber directamente del envase. Si perteneces a este segundo grupo de consumidores, habrá otras tantas consideraciones a tener en cuenta.

Sin ir más lejos, varios estudios demuestran la presencia de bacterias, entre ellas la E. coli, en latas de cerveza y refresco. Aún y tratándose de una minoría, no puede descartarse el riesgo que supone la ingesta de estos microorganismos, cuyas consecuencias pasan por síntomas como la diarrea o las infecciones respiratorias.

Bisfenol A y aluminio

Otro elemento a tener en cuenta es el bisfenol A (o BPA), una sustancia que ya ha sido retirada del mercado norteamericano (tanto Estados Unidos como Canadá). Asimismo, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicó el año pasado un informe en el que denunciaba los riesgos para la salud de los europeos que representan estos compuestos y otros similares, considerados como sustancias tóxicas presentes fundamentalmente en materiales en contacto con alimentos, como latas de comida y bebida. Con todo, se sigue empleando en el recubrimiento interior de muchas latas de bebida para evitar que su contenido deteriore el metal (aluminio) del que están fabricadas. Respecto a este último material, varios estudios han dejado evidencia de que con paso del tiempo aumenta la concentración de aluminio en el contenido enlatado debido a la corrosión.