Dieta
Adiós al ajo: esta es la gente que lo tiene prohibido en su dieta
Aunque tiene beneficios para el cuerpo y es sabroso, no es un alimento apto para todas las personas
Qué hacer para que un ajo no pique
Un ajo debajo de la almohada: el remedio contra el insomnio
El ajo es un ingrediente saludable que no solo se emplea para dar sabor a multitud de platos, sino que también es protagonista de diversos remedios caseros que sugieren comerlo crudo y en ayunas, con limón, aceite de oliva, leche o miel; aunque tiene beneficios para el cuerpo y es sabroso, no es un alimento apto para todas las personas, menos en exceso.
El ajo (Allium sativum L.) es una especie que pertenece a la familia Liliaceae (comprende alrededor de 600 especies), originaria de Asia central. Desde tiempos inmemoriales se utilizan los bulbos, tanto para su uso culinario como por sus propiedades terapéuticas. Fue conocida por las culturas mediterráneas y en la Edad Media lo utilizaron para combatir la peste. Más tarde se conoció en el continente americano y en la actualidad se cultivan diversas variedades de ajo en numerosos países del mundo como España, Italia, Egipto, Argentina, México, Estados Unidos (California), China, India, etc.
Efectos secundarios de comer mucho ajo
El consumo excesivo de ajo puede tener efectos secundarios:
- Mal olor corporal y mal aliento: luego de comer demasiado ajo crudo es posible que comiences a transpirar ese olor.
- Malestar estomacal o diarrea: debido a su alto contenido en fructanos, causante de hinchazón, gases y dolor de estómago en algunas personas.
¿Cuándo no se debe comer el ajo?
1. Personas alérgicas al ajo
La alergia al ajo no es muy frecuente, pero si lo eres puedes presentar síntomas sin importar si es crudo o cocido; y se produce cuando el sistema inmune identifica por error a este ingrediente como nocivo y crea anticuerpos para combatirlo.
Inhalar, tocar o ingerir ajo puedes tener reacciones como inflamación de la piel o urticaria, hormigueo en la boca, congestión nasal y picor de nariz, estornudos, lagrimeo en los ojos, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, diarrea.
2. Personas intolerantes al ajo
Hay otro grupo que no es alérgico, pero tiene intolerancia al ajo, es decir, presenta reacciones adversas al ingerirlo, lo cual no es causado por el sistema inmunitario.
Esto es más frecuente que la alergia, y puede provocar indigestión, ardor de estómago o gases.
3. Personas con problemas de coagulación
El ajo puede afectar la coagulación en la sangre, por lo que debe consultar con un médico antes de aumentar el consumo si una persona padece:
- Trastorno hemorrágico.
- Toma medicamentos anticoagulantes.
- Se somete a una intervención quirúrgica.
El ajo puede aumentar el riesgo de hemorragias porque impide que se formen coágulos sanguíneos.
4. Personas con reflujo gastroesofágico
Comer ajo no se recomienda a personas con reflujo gastroesofágico, ya que puede causarles acidez estomacal e irritar el tracto digestivo.
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