Bienestar

La ciencia dicta sentencia: esto es lo que dice sobre comer mejillones en lata

Según expertos de Harvard, los moluscos son una buena fuente de proteína animal

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Conservas Serrats, además de mejillones, ofrece sardinillas, bonito, anchoas y otros mariscos.

Conservas Serrats, además de mejillones, ofrece sardinillas, bonito, anchoas y otros mariscos. / Conservas Serrats

Alba Aguilera

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Los mejillones en lata son una de las conservas que más éxito tienen en los aperitivos españoles. Estos moluscos bivalvos, que viven pegados a las rocas y tirunfan al enlatarse para el consumo, pasan por diferentes procesos antes de su 'emplatado', que puede ser al natural (solo con agua y sal) o en escabeche (sazonado con aceite de girasol, vinagre, especias y sal), entre otras opciones.

La Universidad de Harvard ha publicado un estudio sobre si ese tratamiento del alimento permite que conserve -nunca mejor dicho- sus múltiples beneficios o si, por el contrario, pierde alguna de sus propiedades.

Propiedades originales del molusco

En su estudio, Harvard destaca que los pescados pequeños son una gran fuente de proteínas para quienes los consumen. Además, tal como señala la universidad, “es menos probable que los peces pequeños contengan contaminantes como mercurio y bifenilos policlorados (PCB) en comparación con especies grandes”.

En el caso de los mejillones, se sabe que proporcionan muchos micronutrientes, concretamente son muy ricos en selenio, fósforo, hierro, yodo y vitamina B12. También contienen ácidos grasos omega-3, ideales para controlar la salud cardiovascular. Todo esto es aplicable a los mejillones como alimento natural, pero, ¿cómo cambia su composicion y beneficios al pasar por los procesos de conservación?

Mejillones en lata sí o no

Tal como han indicado los expertos de la Universidad de Harvard, no es lo mismo un mejillón al natural que conservado. Concretemente, explican que aporta una cantidad inferior de nutrientes respecto a los originales, y que se le añaden algunas calorías, sobre todo en su versión 'en escabeche'. Mientras que los mejillones a la sal aportan unas 82 calorías/100 g y solo 2,4 g de grasa, el suculento escabeche eleva esa cifra a unas 165 calorías por ración de 100 g y 19 g de grasa. Eso sí, este último dato no es muy relevante, ya que, al tratarse de un producto consumido en pequeñas cantidades, no supone un gran aporte calórico.

Beneficios de los mejillones envasados

Desde Harvard afirman que, en general, los pescados y mariscos en lata son una muy buena opción, tanto por su accesible precio como por sus propiedades. Eso sí, advierten sobre las conservas de alto contenido en sodio, de las cuales no se debe abusar, ya que pueden aumentar la presión arterial.

Por tanto, a pesar de los procesos de conserva, los mejillones en lata siguen preservando bastantes de sus beneficios nutricionales. Te explicamos los más destacables y sus respectivas aplicaciones.

Ácidos grasos Omega-3

No son tan ricos en grasas como los pescados pequeños y grasos, por lo que el Omega-3 no es su principal virtud, pero también lo contienen. El Omega-3 es un gran aliado para controlar la salud cardiovascular y el colesterol, y también para reducir el riesgo de diabetes, y una buena opción para consumir durante el embarazo, ayudando al crecimiento y desarrollo del cerebro del bebé.

Ricos en Zinc

La riqueza en Zinc es, seguramente, la mayor virtud de estos moluscos bivalvos. Este mineral es ideal para varias funciones, pero destaca principalmente por su papel para reforzar su sistema inmunológico y, además, es ideal para la cicatrización de heridas e importante para mejorar y mantener el correcto funcionamiento del sentido del gusto.

Vitamina B12

La vitamina B12, muy presente en la mayoría de moluscos, es conocida por su función en la creación de glóbulos rojos. Tal como explica la prestigiosa universidad, esta vitamina transporta oxígeno y afecta directamente a la buena salud de los nervios que recorren todo el cuerpo. Más especificamente, nombran a los moluscos como la mejor fuente de proteína animal.