Vivo en un bajo: ¿tengo que pagar por un ascensor?

Los debates sobre los gastos y derramas en las comunidades de vecinos suelen ser motivo de discordia, especialmente cuando involucran elementos o zonas comunes que algunos propietarios no utilizan. Una pregunta frecuente es si aquellos que viven en bajos están obligados a contribuir al pago del ascensor. A continuación despejamos las dudas al respecto.

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH), en su artículo 10, establece que los propietarios deben contribuir a los gastos generales y a un fondo de reserva para obras de accesibilidad, incluyendo la instalación de ascensores. Esto significa que, en la mayoría de los casos, los residentes de bajos también deben aportar a la cuota del ascensor.

Para instalar un ascensor, se requiere el voto favorable de la mayoría de los propietarios que representen la mayoría de las cuotas de participación, según el artículo 17 de la LPH. Si se aprueba en junta, todos los propietarios, incluyendo los de bajos y locales, deben contribuir al costo, ya que se considera una mejora general para esta su comunidad.

La distribución de la cuota del ascensor se realiza según el coeficiente de participación de cada propietario, basado en la superficie útil de su vivienda. Sin embargo, la comunidad puede acordar otra forma de división del pago. Aunque se puede reducir la aportación de aquellos que raramente usan el elevador, no se puede eximir totalmente de la participación.

Los gastos de mantenimiento del ascensor generalmente son asumidos por todos los propietarios, aunque se puede llegar a un acuerdo para eximir a aquellos que no lo utilizan. No obstante, seguirán siendo responsables de los gastos de instalación y otros costos extraordinarios.

En casos obligatorios, la LPH establece que se debe instalar un ascensor si en la comunidad reside, trabaja o realiza tareas de voluntariado una persona mayor de 70 años o con discapacidad. El costo de la instalación no puede exceder las cuotas anuales pagadas por cada vecino, determinadas por el coeficiente de participación.

El precio total de la instalación de un ascensor varía según diversos factores, como el número de plantas, materiales, diseño y tecnología. Es una medida que puede resultar indispensable para mejorar la accesibilidad de los vecinos, aunque el debate sobre quién paga sigue siendo un tema candente en muchas comunidades.