Polémica por la tarjeta 'T-Drogues': "Queremos reducir riesgos en los consumidores"

"Pica bien lo que vas a tomar para una experiencia más segura". Esta es la primera de las cuatro recomendaciones que pueden encontrarse en la tarjeta 'T-Drogues', una propuesta que nació en 2020 en la campaña para reducir riesgos en el consumo de drogas y circunscrita a personas consumidoras, llevada a cabo con la colaboración entre la Federació de Casals de Joves de Catalunya y el programa pionero Energy Control. Este jueves, la iniciativa ha estallado con polémica en las redes sociales. "No tenemos por qué aguantar el paternalismo frente a nuestras decisiones y la forma que tenemos de cuidarnos", sostiene el comunicado que ha emitido la federación, que tacha la polémica de "estigmatizante" y "criminalizadora".

La tarjeta de plástico, que imita los billetes de transporte público como la nueva T-Mobilitat, ofrece información y asesoramiento para las personas que consumen drogas. Por ejemplo, propone "cambiar de fosa nasal de vez en cuando y no usar siempre la misma" o "limpiarse bien con agua tibia la nariz después de cada viaje". "Estas tarjetas se dan con 'turulos' de un solo uso para evitar la transmisión de enfermedades, como la hepatitis, y con un suero nasal para limpiar la fosa", explica Pau Santeugini, presidente de la Federació a EL PERIÓDICO. "Para nosotros no es un problema, entendemos que hay que reducir los riesgos sanitarios de las personas que consumen", añade Santeugini.

Formaciones y asesoramiento

Desde que se puso en marcha la campaña se han repartido 350 tarjetas a jóvenes de 18 a 30 años que consumen drogas, explica la federació en un comunicado. Es un material que pueden pedir los 33 casales que forman parte de la federación. A su vez, la entidad ofrece formaciones específicas sobre el abordaje del consumo de drogas en los espacios juveniles impartidos por el proyecto especializado Energy Control. "Forma parte de un rango más amplio de actuaciones, también pedagógicas, que buscan reducir riesgos y daños de las personas consumidoras", dice el comunicado de la federación. "Estos materiales quieren romper estigmas y prejuicios, así como erigirse en un formato próximo y comprensible", añade el texto.

También los responsables de Energy Control han defendido la iniciativa, creada hace tres años. "Ofrece a las personas que consumen unas pautas útiles para reducir riesgos relacionado con el esnifado de sustancias", dice un comunicado del proyecto. El objetivo de esta campaña, insisten, es "proporcionar información y tomar conciencia". "En ningún caso se puede considerar que induce al consumo porque se dirige exclusivamente a personas que ya están consumiendo", añaden desde el proyecto.

Proyecto autogestionado

La federación cuenta con 33 casales juveniles autogestionados en toda Catalunya, y a su vez forma parte del Consell Nacional de Joventut. Recibe aportaciones de la Generalitat a través de subvenciones. Santeugini insiste que esta campanya de la 'T-drogas' no tiene ninguna relación con el Govern. "En la comisión de Salut de la federación iniciamos un análisis sobre la realidad juvenil en relación con el consumo de drogas, entre ellas el alcohol. Hicimos formaciones con Energy Control y con su asesoramiento creamos este material, que va más allá de a tarjeta y explora también formas para abordar el consumo de alcohol", sigue Santeugini.

Aunque el proyecto lleva cuatro años funcionando, la polémica sobre la tarjeta ha estallado en redes en las últimas horas a partir de un comentario en X (antes Twitter) del presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, en el que asegura sentirse "estupefacto" ante una publicación de las fotos de la tarjeta 'T-Drogues' de un usuario de la red social. "¿Alguien puede explicarme si este material es auténtico o es una 'preinocentada'?", se preguntaba el 27 de diciembre por la noche, durante la víspera del día de los inocentes.

"En este caso, no sé ver que esto sea un programa de reducción de daños. Quizá la intención sea buena, pero el material me parece un despropósito", insiste en X Jaume Padrós, tras la polémica desatada en los comentarios de su publicación. "Es una medida que se aplica en muchos países europeos, en Alemania lo hacen los mismos ayuntamientos", cuenta el presidente de la federación, estableciendo también un paralelismo con las salas de venopunción de la Generalitat, donde también se permite el consumo de cocaína.