Intoxicaciones

Si ves esto en el pez espada, tíralo a la basura directamente

Si ves esto en la pechuga de pollo, tírala de inmediato

Si ves esto en una zanahoria, tírala a la basura de inmediato

Si ves esto en una colifor, tírala a la basura directamente

Tira el salmón ya si le ves esto

Puesto de venta de pescado y marisco.

Puesto de venta de pescado y marisco. / Unsplash

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pescado, al igual que la carne, es un alimento muy arraigado en la gastronomía mediterránea. Entre la variedad de especies marinas que existen, el pez emperador es uno de esos manjares que, a su vez, también disponen de excelentes propiedades nutricionales.

Aún así, es importante ir con cuidado y prestar atención a los posibles signos que nos sugieren que el pescado puede estar en mal estado. De lo contrario, aumentará el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias.

Olor, aspecto y textura

Ya sea con el pez emperador o con cualquier otra variedad de pescado, lo primero que seguramente te llame la atención es el hedor que desprende. Si ya de por sí se trata de un producto con un fuerte olor, cuando se pudre este se torna mucho más intenso y desagradable, llegando incluso a recordar al aroma del amoníaco.

Por otro lado, el aspecto que tiene el pez también puede darte pistas de su estado. El pescado fresco acostumbra a tener un aspecto brillante y húmedo, por lo que si percibes que esto no es así, será una mala señal. También salta a la vista el aspecto que presentan los ojos del animal: si están hundidos son un indicio de que se ha puesto malo.

Por último, pero no menos importante, este producto tiene un tacto liso, compacto y elástico, así que si no se cumplen estas propiedades lo más seguro es que ya no sea apto para el consumo.