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Piña

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La piña es una fruta rica en vitaminas y con propiedades tanto antiinflamatorias como antioxidantes. Además, las enzimas que contiene también ayudan a digerir proteínas, por lo que sus beneficios van más allá de su extraordinario sabor cuando está fresca.

Sin embargo, ingerir piña en mal estado puede revertir todos estos efectos y provocar intoxicaciones alimentarias, por lo que resulta indispensable comprobar cuál es el estado de esta fruta antes de su consumo. Para ello, existen diferentes pasos a seguir.

Las apariencias no engañan

La comprobación del estado de la piña cuenta con diferentes trucos para explorar las propiedades del alimento, evaluando desde su sabor hasta su textura, pasando por los olores y efectos de este sobre otros frutos como el plátano. Para empezar, si al tocar la piña se siente blanda o presenta un líquido pegajoso, significará que se ha puesto demasiado madura y que, por tanto, ya no es apta para el consumo.

Asimismo, si los puntos negros u 'ojos' de la piña se ven muy oscuros, esto puede ser un indicador de que la fruta se ha podrido. Algo parecido sucederá si se observa moho, manchas marrones o magulladuras en su corteza.

Olores y otros trucos

Los aromas que desprende la fruta también pueden ayudarnos a valorar si existe cualquier tipo de riesgo de que se encuentre en mal estado. Cualquier olor a alcohol o químico que proceda de la piña serán evidencias de que esta ha fermentado y no puede consumirse.

Otro truco que recoge el portal eHow pasa por poner una rodaja de plátano en un tarro con piña recién cortada. En caso de que el plátano se disuelva, querrá decir que la piña se ha echado a perder.