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El trucazo casero para limpiar tu alfombra y dejarla como nueva

Estos son los consejos para mantener y eliminar manchas en este tipo de textiles de manera sencilla

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Alfombra

Alfombra / Pexels / Rodrigo Souza

Alexandra Costa

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Las alfombras son uno de los textiles del hogar que sufren más desgaste y que mayor suciedad acumulan. El motivo no es otro que su ubicación, el suelo, y sus características y materiales. Lo habitual es eliminar el polvo, que no solo puede dañar su superficie sino que puede ocasionar problemas respiratorios, puede dañar la superficie de las alfombras. Pero regularmente también se deben realizar limpiezas en profundidad para eliminar manchas o malos olores por el uso cotidiano.

Aunque existe la posibilidad de recurrir a ayuda profesional para limpiar las alfombras, siguiendo una serie de trucos y eligiendo los productos adecuados, también es posible dejarlas como nuevas en casa y sin desesperar en el intento.

Fuera ácaros y mal olor

Los expertos recomiendan, además de aspirar frecuentemente las alfombras, realizar una limpieza trimestral en profundidad. Para eliminar los ácaros y el mal olor, una opción es espolvorear bicarbonato sobre su superficie. Si se trata de un tapiz de grandes dimensiones, puedes ayudarte de un colador o un tamizador de harina, así lo podrás distribuirlo bien. El siguiente paso será pulverizar un vaso de vinagre con un espray. Deja actuar 30 minutos la mezcla y aspira bien la alfombra (asegúrate de que la boquilla está limpia) y 'voilà'.

El aliado contra las manchas más difíciles

Eliminar manchas localizadas ocasionadas por bebidas, alimentos o barro requiere otro tipo de limpieza. Para conseguir eliminarlas bien, debes tener en cuenta que no todos los tejidos son iguales, por lo que ante de usar un producto concreto es preferible que lo pruebes en una pequeña zona, a poder ser no visible, antes de lanzarse a trata toda la alfombra.

Hay muchos productos químicos para limpiar los tapices, pero hay un truco universal infalible: mezclar agua y amoniaco a partes iguales. Si la mancha es superficial, basta con humedecer una bayeta de microfibra y frotar. Si es más difícil de quitar, entonces coge un cepillo para lavar la ropa y envuelve el paño mojado en él. Frota con las púas las zona que quieras limpiar, verás como la bayeta va ensuciándose, así que ves enjuagándola con la mezcla y repite el proceso cuanto sea necesario. ¡Verás qué cambio!