El motivo por que el siempre fracasas cuando empiezas una dieta tras las vacaciones

Existen ciertos momentos del año en que cierta parte de la población decide, en masa, ponerse a dieta para adelgazar. Esto ocurre especialmente después de Navidad y tras las vacaciones de verano. Durante las últimas semanas hemos comido peor y en cantidad, y el ejercicio físico ha brillado por su ausencia. Así que nos marcamos el objetivo de perder peso poniéndonos “a dieta” o “a régimen”, pero casi nunca obtenemos el resultado esperado. Y tiene explicación.

En primer lugar, y como ya hemos comentado en alguna ocasión, el concepto “ponerse a dieta” para adelgazar debería, en muchos casos, suprimirse. Y es que suele englobar métodos restrictivos que no generan adherencia; es decir, que son imposibles de mantener a largo plazo y terminamos dejándolos. 

Si buscamos buenos resultados y duraderos, debemos adoptar la alimentación saludable y el deporte como estilo de vida y no como algo momentáneo. Quizás no notaremos los cambios tan rápido como si solo comemos piña y pollo, pero conseguiremos ver -y, sobre todo, mantener- a largo plazo los beneficios tanto a nivel físico como en temas de salud.

Además, no hay que olvidar el “efecto rebote” que se da cuando volvemos a nuestra alimentación habitual después de realizar este tipo de dietas, que nos hará volver a nuestro peso de antes. Esto hace que volvamos a hacer dieta una y otra vez, y entremos en un círculo vicioso -e insano- del que hay que escapar.

Otra razón por la que puedes “fracasar” en tu dieta de pérdida de peso es la frustración fruto de la impaciencia. Queremos ver resultados y los queremos ya. Pero adelgazar de forma saludable requiere de un poco de esfuerzo y constancia. Comer de forma sana y equilibrada, no consumir más calorías de las que gastamos, practicar ejercicio físico y descansar adecuadamente son las principales claves para perder grasa de forma saludable y sin efectos rebote.