Diversos estudios advierten desde hace años del peligro de la pintura bituminosa hallada en los metros de Madrid y Barcelona

La detección de pintura bituminosa seca en vagones de los metros de Madrid y Barcelona inquieta a los trabajadores de los suburbanos, porque se ha hallado amianto en su composición, pero las advertencias sobre su toxicidad no son nuevas: se conocen desde hace 20 años y la admiten documentos de las administraciones estatal y autonómicas. Pese a ello, operarios del Metro en ambas ciudades han estado rascando esa pintura durante años sin protección.

En 1998, el estudio 'A meta-analysis of painting exposure and cancer mortality" de Anthony Seaton, experto en medicina laboral y medioambiental de la Universidad de Aberdeen (Escocia), advirtió de que la pintura bituminosa está relacionada con el cáncer de pulmón. "Los resultados (de las tasas de mortalidad) proporcionan la evidencia de una asociación entre el trabajo de pintor y el riesgo de cáncer", concluía el trabajo, para añadir que los cánceres de pulmón estudiados "podrían deberse a la exposición de partículas de plomo y asbesto en las pinturas".

TMB detecta amianto en un tercio de los vagones analizados de la L-1 y la L-3 del metro de Barcelona

En 2006, un estudio de diversas facultades de Medicina de Corea del Sur estableció una relación aún más concreta entre la pintura bituminosa y el mesotelioma, cáncer de pleura típico de la inhalación de polvo de amianto.

En España se sabía

Pero no es necesario buscar datos en el extranjero. El 'Programa integral de vigilancia de la salud de los trabajadores que han estado expuestos a amianto' de la  Dirección General de Salud Pública (Ministerio de Sanidad) ya consideraba en 2003 en peligro a los empleados de mantenimiento ferroviario.

La página 56 de ese protocolo aporta datos taxativos: considera en riesgo al 100% de los trabajadores –el dato más alto de cualquier sector, por encima del textil o el fibrocemento-, con el doble de concentración de fibras de amianto que en otros trabajos. El mismo protocolo considera el riesgo de los fabricantes de pinturas ante la fragmentación de amianto.

Pese a estos datos, Metro de Madrid, el servicio público de transporte más afectado, multado por la Inspección de Trabajo y objeto de una investigación de la Fiscalía por el riesgo de sus trabajadores, no figura en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto). La inscripción, según la ley, es obigatoria para "todas las empresas que vayan a realizar actividades u operaciones en las que sus trbajadores estén expuestos a fibras de amianto". En el registro sí figuran pequeñas empresas de limpieza de material ferroviario.

Los casos catalanes

El Departament d’Empresa i Ocupació de la Generalitat de Catalunya tiene entre sus publicaciones el informe escrito y audiovisual 'La prevención en actividades con riesgo de exposición al amianto', que localiza al mineral "mezclado con pinturas y masillas" y "mezclado con material plástico como pavimentos vinílicos".

Esos dos casos, precisamente, son los del Metro de Barcelona. El primero, el del último hallazgo de material fabricado con fibras cancerígenas; el segundo, el que causó la enfermedad pulmonar de la primera víctima reconocida en Catalunya. Se llama Juan Pareja, fue técnico de una subcontrata del Metro barcelonés, y cortaba suelos de vinilo amiantado pese a que, en octubre de 2007, la Agéncia de Salut Pública de Barcelona (del Ayuntamiento y la Generalitat) advirtió en una nota: "Es importante evitar generar polvo de amianto cuando se raspa, roza o corta material que lo contenga".

Ferrocaril Metropolità de Barcelona sí figura en el RERA, la 304 de una lista de 775 empresas que trabajan con amianto en Catalunya.

Cinco avisos en Madrid, uno en Barcelona

Entre el 24 de septiembre y el 18 de octubre, cinco circulares internas de Metro de Madrid a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO han advertido de casos de "identificación positiva en material con amianto en la pintura bituminosa" que protege del óxido a los vagones de los trenes de las series 2000 y 5000 fabricados por CAF en Zaragoza.

En Barcelona, hasta el momento ha sido una "comunicació interna", del 16 de octubre, que asegura que el amianto detectado en tres vagones de un tren de la serie 4000 está apartado de la cabina de pasaje.

En Madrid, sin embargo, la primera circular de esta serie de hallazgos sí señala asbesto en la pintura del interior de la cabina de pasajeros, en una caja que va sobe las puertas.

Los avisos de Madrid van dirigidos "a todos los agentes de los servicios de mantenimiento", el colectivo más preocupado del suburbano madrileño. También es el más expuesto. "En el taller se rascaba pintura hasta llegar al esqueleto del tren, con cepillos de púas y otras herramientas", relata el mecánico Alfonso Blanco, compañero de dos colegas ya fallecidos y coordinador en CCOO de todos los metros de España para el asunto del amianto. 

La inquietud de los operarios madrileños se hace más intensa entre aquellos de las subcontratas a los que no se les está informando de las circulares. Esa desinformación ha sido puesta en conocimiento de la fiscalía.

"Me comí mucha pintura"

Desde su prejubilación en Lleida, sigue con atención las novedades Juan Pareja, al que el amianto ha quitado un 20 por ciento de capacidad pulmonar. Pareja cree ver una nueva posible causa de su mal, que hasta ahora atribuía al corte de pedazos del piso de los vagones.

"Pues no me he comido yo pintura bituminosa –dice–. Toda la superficie de la chapa de los pavimentos de los trenes series 1000, 1100, 2000, 3000 y 4000 salieron de fábrica con pintura bituminosa, y para sustituir y reparar pavimentos, antes de colcar el tablero había que sanear la chapa oxidada, picar la pintura bituminosa, lijar y pasar discos de púas de acero. Todo esto, durante 24 años".