El arzobispo Omella anuncia la creación de un equipo laico y externo para gestionar los casos de abusos sexuales

El arzobispo de Barcelona y cardenal, Joan Josep Omella, anuncia la creación de un equipo laico, externo a la Iglesia y formado por diferentes profesionales para ayudar a gestionar los casos de abusos sexuales. Entre estas personas habría abogados, psiquiatras y mediadores, y serían hombres y mujeres.

“Su trabajo será verificar, acompañar y ayudar a encontrar la solución. Ayudaría no solo al tribunal, sino también a las personas afectadas, la víctima, su familia, y también al abusador”, explica en declaraciones a TV3, donde apunta que esta es una iniciativa que se plantea inicialmente para la provincia eclesiástica de Barcelona, que incluye también los arzobispados de Terrassa y Sant Feliu de Llobregat. Aunque ha indicado que por lo que ha hablado con otros religiosos, podría extenderse también a otras órdenes.

Omella apunta que la cimera del Vaticano sirvió para que el Papa les pusiera “un poco más las pilas”. El cardenal defiende que hace falta estar al lado de las víctimas y llevar la investigación a los tribunales eclesiásticos y, si es necesario, a los civiles. También opina que primero hace falta realizar una primera tarea interna de “verificación”. “Tenemos estos protocolos que debemos seguir, no queremos ocultar nada”, asegura.

Confiar en los tribunales eclesiásticos

A la pregunta si esta primera tarea no debería hacerla la fiscalía, pide confiar en los tribunales eclesiásticos porque “trabajan bien y son jueces preparados”. El equipo multidisciplinar que quiere crear en los próximos días ayudaría en esta tarea de investigación.

Sobre investigar los casos de abuso sexual del pasado, Omella asegura que investigarán y actuarán “implacablemente” siempre que haya una denuncia. “Nosotros queremos acabar con esta lacra social que tenemos, que afecta a la Iglesia, pero también afecta a la sociedad”, insiste el cardenal, que vuelve a pedir perdón a todos los abusados.

Sobre el encubrimiento de la Iglesia de los casos de abuso, argumenta que en aquellos tiempos “los protocolos eran otros y la sensibilidad social también”. Era, continua, “otro momento histórico de sensibilidades de las víctimas y de la sociedad”.

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