Ciencias Planetarias / Tecnología

La "catapulta espacial": así es el método que podría ser eficaz para desviar asteroides

El mecanismo modificaría la trayectoria de los asteroides peligrosos después de semanas o meses, dependiendo de sus dimensiones

Esta ilustración muestra cómo se vería el dispositivo diseñado para recolectar regolitos de la superficie de un asteroide y arrojarlos al espacio.

Esta ilustración muestra cómo se vería el dispositivo diseñado para recolectar regolitos de la superficie de un asteroide y arrojarlos al espacio. / Crédito: Nahum Melamed.

Pablo Javier Piacente

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Una organización sin fines de lucro está desarrollando un sistema de desviación de asteroides diseñado para hacer frente a cuerpos de tamaño mediano, capaces de causar daños generalizados en la Tierra. El nuevo sistema, que podría ser un complemento para el método de impacto empleado en la misión DART de la NASA, utilizará los restos rocosos de un asteroide para alterar su trayectoria y alejarlo de la Tierra, mediante un mecanismo centrífugo con una "catapulta espacial". 

The Aerospace Corporation, una organización con sede en California, Estados Unidos, está preparando un nuevo método para proteger a la Tierra de la colisión con asteroides potencialmente peligrosos: trabaja en el diseño de un sistema de desviación que usaría el propio regolito de la roca espacial para alterar su trayectoria, alejándola de su curso de impacto contra nuestro planeta. La solución está inspirada en el acelerador suborbital de SpinLaunch, que recientemente lanzó una carga útil de la NASA a grandes alturas empleando un mecanismo centrífugo.

Un viejo concepto

Este mecanismo está compuesto por una especie de “catapulta espacial”: una catapulta es un instrumento bélico empleado en la antigüedad para el lanzamiento a distancia de grandes objetos a modo de proyectiles. Ahora, el mismo concepto podría aplicarse como método de defensa planetaria: sus creadores creen que sería capaz de desviar la trayectoria de un asteroide luego de una serie de acciones que llevarían semanas o meses, según la magnitud del cuerpo a enfrentar.

A diferencia del enfoque utilizado en la misión DART de la NASA, la nueva técnica está pensada para asteroides medianos o pequeños, pero que igualmente puedan causar estragos en nuestro planeta. En ese sentido, los responsables del proyecto mencionaron como ejemplo a un asteroide del tamaño de una casa que, en febrero de 2013, atravesó la atmósfera de la Tierra y se desintegró sobre la ciudad de Chelyabinsk, en Rusia. La explosión fue tan intensa que desencadenó una poderosa onda de choque, rompiendo vidrios y causando heridas a más de 1.000 personas. 

“Objetos de tamaño similar al asteroide de Chelyabinsk podrían impactar en cualquier momento. Hemos demostrado que podemos desviarlos con nuestro sistema, durante unas pocas semanas de funcionamiento si su tamaño es pequeño", explicó Nahum Melamed, líder del proyecto en The Aerospace Corporation, en una entrevista con el medio Gizmodo.

Pequeños cambios reiterados

En líneas generales, el método convierte el regolito del asteroide, o sea la capa de materiales no consolidados, fragmentos de roca y granos minerales que pueden encontrarse en la superficie del cuerpo, en un medio para impulsarlo fuera de su camino actual. La catapulta, ubicada sobre el asteroide, arrojaría aproximadamente 9 kilogramos de regolito a la vez, expulsándolo a velocidades de 1 a 2 kilómetros por segundo, según un artículo publicado en Interesting Engineering. 

Esto generaría que, poco a poco, el asteroide comience a desviarse y a modificar su trayectoria, por efecto de las variaciones en el peso y la influencia de la gravedad. A diferencia del acelerador suborbital de SpinLaunch, la catapulta no lanzará cargas útiles al espacio sino que será enviada ella misma fuera de la Tierra, para encontrarse con su asteroide objetivo.

Al llegar al asteroide, el sistema centrífugo se anclará en la roca espacial, extrayendo regolito a altas velocidades y arrojándolo hacia el espacio exterior. De esta manera, el asteroide retrocederá y se desviará levemente. Con el tiempo, al repetir el proceso en varias ocasiones, los asteroides de entre 30 y 60 metros de ancho podrían desviarse en semanas, mientras que los asteroides más grandes cambiarían su curso luego de varios meses de trabajo.