Momento tenso

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Abucheos silenciados durante la actuación de Israel en la semifinal de Eurovisión

Abucheos silenciados durante la actuación de Israel en la semifinal de Eurovisión / .VÍDEO: PI STUDIO / SARA FERNÁNDEZ

Eduardo Calle

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Israel estará en la final de Eurovisión que se celebra este sábado a pesar de la polémica. Todos los pronósticos daban el billete a Eden Golan y su 'Hurricane', una balada reescrita varias veces por su controvertido contenido político sobre la guerra contra Gaza, el cual todavía hace referencia al conflicto que ha matado a casi 35.000 palestinos en siete meses. Las previsiones también acertaron con los abucheos que recibiría este jueves la cantante durante la segunda semifinal del festival de la canción. Sin embargo, no vaticinaron que serían tan ensordecedores, hasta el punto que ni los aplausos enlatados que emitió la organización pudieron silenciarlos.

No era la primera vez que Golan sufría el escarnio del universo eurovisivo. Un día antes, el miércoles, ya se percató que no contaba con el apoyo de parte del estadio Malmö Arena, que desaprobó su participación en el certamen con mensajes propalestinos, silbidos y pitidos. Además, durante el acto inaugural de la primera semifinal, el cantante sueco Eric Saade lució un pañuelo palestino como reivindicación.

Las quejas ante ese comportamiento no se hizo esperar desde el lado hebreo: la emisora pública Kan, que organiza la participación de Israel en el festival, puso una queja ante la Unión Europea de Radiodifusión (UER) —sí que expulsó a Rusia en 2022 por la invasión a Ucrania— y ante la televisión pública sueca (STV).

Kan pidió que no se repitiesen esos comportamientos para que Israel pudiera "competir de manera justa en la segunda semifinal" de este jueves. Para ello, STV activó un sistema antiabucheos durante la gala: por los altavoces del estadio de Malmö sonaron aplausos grabados durante la actuación de la cantante israelí.

No obstante, como sucedió durante el ensayo del dia anterior, no fue suficiente para aplacar el rechazo de los eurofans, que se prevé todavía más fuerte en la final que se celebra este sábado.