El nuevo 'Sálvame'

Cocodrilos, predicadores y maldiciones: los 5 momentazos del 'reality' de Netflix '¡Sálvese quien pueda!'

'¡Sálvase quien pueda!': el 'reality' de Netflix con el espíritu gamberro de 'Sálvame'

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Kiko Hernández, Chelo García Cortés y María Patiño, en '¡Sálvese quien pueda!'

Kiko Hernández, Chelo García Cortés y María Patiño, en '¡Sálvese quien pueda!' / FELIPE HERNÁNDEZ / NETFLIX

Marisa de Dios

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Belén Esteban, Terelu Campos, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Hernández y María Patiño ya han desembarcado en Miami con '¡Sálvese quien pueda!', el 'reality' de Netflix en el que los ocho excolaboradores de 'Sálvame' hacen 'las Américas' en busca de un futuro laboral. El 'show' ha recuperado el mismo espíritu gamberro que tenía su precedesor, pero ahora con sus protagonistas fuera de su ecosistema natural, el plató. De momento, y a falta de que a principios de 2024 se estrenen los tres capítulos restantes (ambientados en Ciudad de México), el programa ya nos ha dejado unos cuantos 'momentazos'.

El 'juicio' a Lydia Lozano

No todos los protagonistas de '¡Sálvese quien pueda!' llegan a Miami y se encuentran con la oportunidad de participar en un programa. Lydia Lozano debe ganarse su puesto sometiéndose antes a un juicio por parte de tres personajes de la televisión hispana de EEUU: Carolina Sandoval, 'La Venenosa'; Andrés Hurtado, y Javier Ceriani. Y el encuentro acaba como el rosario de la aurora, con Lydia llorando y amenazando con volver a España y la mitad de sus compañeros enfadados entre ellos. Entre ellos, Víctor Sandoval y Terelu Campos, a la que en Miami han rebautizado como Terelú, a pesar de que ella insista en remarcar bien la pronunciación de su nombre. De poco le sirve.

Merodeando por la 'casa maldita'

Víctor Sandoval aprovecha la visita a Miami para llevar a sus compañeros a los lugares que frecuentaba cuando vivía en la ciudad. Y para merodear por los alrededores de su antigua casa, la que compartió durante ocho años con su expareja, Nacho Polo. El descubrimiento del fallecimiento de la nueva propietaria de la vivienda, a quien él se la vendió, le viene de perlas para sentenciar que la residencia está maldita. No falta la música de película de terror de fondo, mientras Sandoval pasa por delante de la casa y se santigua. "Ahora tengo miedo de que haya salido el espíritu de ahí y vaya con alguno de nosotros", comenta después, alarmando a sus compañeros.

En busca de cocodrilos

Una de las atracciones de Miami son las visitas a los pantanos en busca de cocodrilos. La 'troupe' de '¡Sálvese quien pueda!' no quiere faltar a la tradición y se montan en una embarcación para verlos de cerca. Entre gritos, avistan a un amenazante ejemplar que se les acerca poco a poco. "Es como 'Memorias de África'", señala ilusionada María Patiño. Pero hay alguien que no disfruta de la visita, y no solo porque le asusten los cocodrilos: Belén Esteban acaba mareada y vomitando en la embarcación.

Una sesión con el predicador

Lydia Lozano se lleva una sorpresa cuando, en vez de llevarla a un plató como al resto de sus compañeros, el equipo del programa la deja en una casa que resulta ser un centro de culto. Pero que tiene una audiencia de millones de telespectadores. Allí, asiste a una sesión con un predicador, José Montenegro, pastor de la Iglesia de Dios, que la cubre con sus manos y la anima a "dejar de ser una pecadora", mientras una mujer allí presente se desmaya. La colaboradora sale redimida, aunque sus compañeros no puedan resistirse a las bromas. "¿Qué, ya eres monaguillo?", le suelta Kiko Matamoros.

Bailando 'El pavo real'

En varias conversaciones de los protagonistas del 'reality' aparece el nombre del cantante José Luis Rodríguez, 'El Puma'. Algunos comentan que lleva años enfermo. Incluso ven su estrella de la fama en un paseo por Miami. Así que cuando, en el tercer episodio, el artista les da una sorpresa en un yate todos acaban con la boca abierta. También porque algunos le habían confundido, de espaldas, con Jordi Hurtado. La sorpresa se la lleva luego el cantante, al ver cómo sus invitados se lanzan puñaladas dialécticas sin parar. Eso sí, el grupo acaba bailando al son de la canción 'El pavo real' de El Puma.