Eneko, ganador de 'Masterchef 11': "El programa ha sido más exigente que el fútbol"

Un menú de cocina vanguardista con guiños a su familia coronó este lunes a Eneko Fernández como ganador de 'Masterchef 11'. El exfutbolista zaragozano de 39 años, que está a punto de convertise en padre por tercera vez, demostró nervios de acero en el duelo final con el barcelonés Álex, de 19, al que los chefs auguraron un brillante futuro en los fogones. Lluís y Pilu fueron los dos primeros aspirantes que se quedaron descolgados en la competición de la noche. Él, picado por los jueces en la prueba en la que había que seguir al chef Toño Pérez, y ella, perdiendo la concentración en la de exteriores, en el restaurante de Martín Berasategui.

Se ha embolsado 100.000 euros. ¿En qué invertirá el dinero?

Con estos meses que me vienen ahora por delante yendo a San Sebastián a hacer el curso del Basque Culinary Center, me irá superbien para estar manteniendo a mi familia y seguir formándome, porque todavía siento que tengo mucho que aprender. Me gustaría tener contacto con los juedes para empaparme de sus consejos y poder salir lo antes posible al mundo de la cocina y montar algo propio.

¿Tiene previsto algún 'stage' con ellos?

Voy a estar un mes con Jordi Cruz en el Àbac. No hay una formación mejor que estar dentro de las cocinas de un tres estrellas Michelin.

No se le vio nervioso en la final. ¿La procesión iba por dentro?

Es el único día que no he estado nervioso cocinando. Fue porque es el único día en 'Masterchef' en el que sabes lo que vas a hacer y en el que las reglas las pones tú. Dediqué meses a preparar ese menú final por si conseguía estar en el duelo. Tenía la oportunidad de presentar mi menú, de hablar de mi vida y de relacionarla con la cocina y estaba tan feliz que lo disfruté como un niño.

¿Qué le da la cocina que no le ha dado el fútbol?

Me da una sensación de satisfacción personal mucho más grande porque es algo que nace más de ti. El deporte de equipo tiene unos valores brutales y te ayuda a formarte como persona, pero en las cocinas al final todo depende de ti, es algo muy propio, muy tuyo, muy íntimo. Poder enseñar algo así de ti mismo a través de la cocina es algo muy bonito porque cuando salen las cosas bien la sensación de satisfacción no queda tan diluida como cuando están jugando 11 en un campo.

Se le ha achacado al programa que este año ha habido más 'show' que cocina. ¿Qué opina usted?

Ha sido un año muy diferente porque ha habido el doble de participantes, así que han entrado perfiles muy distintos. Pero todo eso lo ha hecho muy divertido. La convivencia en casa ha sido realmente buena, con episodios un poco más de tirantez, como en todas las familias, pero es lo más normal del mundo. En el programa todo ese 'show' nos venía muy bien para poder reírnos un poco y quitarnos la presión de encima.

"A algunos concursantes nos lo ponían tan difícil porque podíamos dar más"

Esta edición se recordará porque la ganó Eneko, aunque el gran protagonista haya sido Luca.

Sí, ha sido muy protagonista. También hay que poner en valor que, a través de 'Masterchef', alguien tan joven y que viene del mundo de las redes sociales haya conseguido reconducir un poco su vida y su educación hacia otro tipo de valores que no sean tan inmediatos o tan superficiales, y que el programa le haya ofrecido la posibilidad de crecer, de formarse, de ser más constante, de tener más responsabilidad.

Luca dice que los jueces han valorado a todos por igual. Pero algunos compañeros suyos no están de acuerdo, como han dejado claro en el programa o en las redes. ¿Qué piensa usted?

Yo me lo tomaba siempre por el lado positivo porque pensaba que si a algunos de los candidatos nos lo ponían tan difícil o les costaba más darnos esa valoración buena era porque sabían que podían sacar más cosas buenas de nosotros. A mí me ha venido genial que hayan sido tan exigentes porque me han hecho subir el nivel.

¿En qué momento vio que la cocina podía ser su futuro después del fútbol?

En el momento que mi mujer me empujó a meterme en 'Masterchef'. Yo no me atrevía a dar ese paso, no pensaba que pudiera tener otra oportunidad para volver a trabajar en lo que yo quería, en mi pasión. Una vez que ya había pasado lo del fútbol tenía la sensación de que había gastado toda mi suerte de poder vivir algo así. Y resulta que no, que tenía esta sorpresa que me estaba esperando. Fue a través de ella porque yo tenía miedo de dejarla sola con las niñas y con el embarazo.

¿Qué chef tiene como gran referente?

Muchos. Pero creo que los hermanos Roca, no solo por su calidad como cocineros y el legado que dejan al resto de chefs, sino porque tienen un trato humano con el comensal que marca la diferencia.

El gran misterio de 'Masterchef 11' es si le dejó apionabo a Luca tras el robo de la cesta. ¿Había apionabo o no?

Sí, había apionabo, yo no se lo quité. Lo que luego, en la edición del programa, cuando se enfocó la cesta de Luca, él ya había sacado otros elementos que tenía dentro, como el apionabo y el vinagre. Resultó un poco confuso y la gente se fijó mucho en eso, pero yo que hice ese último robo te aseguro al cien por cien que no le quité el apionabo, que lo tenía para cocinar.

¿Es más competitivo el mundo del futbol o el de la gastronomía?

Los dos son hipercompetitivos, pero para mí me ha supuesto un paso más el mundo de la gastronomía. Estar en el programa me ha llevado a niveles que yo nunca habría creído. También me ha pillado en un momento de mi vida más maduro y he sabido poner en práctica toda la experiencia que tenía del mundo del deporte. Pero 'Masterchef' ha sido incluso más exigente que mi vida deportiva en el fútbol.