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La crítica de Monegal: El futuro de Piqué: no descarta presidir el Barça

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Ferran Monegal

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La aplazada entrevista de Gerard Piqué en ‘El hormiguero’ (A-3) se materializó ayer. ¡Ah! Ha sido un encuentro muy simpático y distendido. Naturalmente a ‘El hormiguero’ siempre se va a vender, a promocionar, alguna cosita. Y Piqué tuvo barra libre para publicitar sus actividades empresariales, desde su nueva Copa Davis, hasta la compra de los derechos televisivos de la Copa América o la Liga francesa, además de otras imaginativas iniciativas en el terreno de los ‘gamers’, que con el ‘twitcher’ Ibai Llanos impulsa.

Pero, a mi juicio, lo más picante y luminoso de la velada fue cuando Pablo Motos le preguntó: «¿Te ves de presidente del Barça?». Y Piqué respondió: «Hay días que sí, y hay días que no. Si tomo la decisión, lo haré desde el gran amor que siento por el Barça». ¡Ah! Este es un tema de futuro –quizá no tan lejano– muy apasionante. Se explayó Piqué sobre lo que significa ser presidente de un club de fútbol de la categoría de un Real Madrid o un Barça. Dijo de entrada que hay que hacer del fútbol «un producto sexi» para atraer a las nuevas generaciones, tan entretenidas y a veces desperdigadas con las diversiones multipantallas.

Como jugador hizo un análisis muy pintoresco sobre las críticas que hay que soportar en el campo: «Cuando las cosas van mal, la gente tiende a silbar. Estar silbando durante un partido no ayuda. Hunde más. Si se quiere protestar, que se haga al final, cuando el partido ya se ha acabado». Interesante: mientras jugamos, prohibido silbar. Las pitadas al final, cuando ya nos estamos duchando. Pero, sobre todo, hablando de esa posibilidad de presidir el Barça, consideró que lo más duro: «Es tener que presentar un aval por el 15% del presupuesto del club. En el caso del Barça son 150 millones. Eso es arriesgar tu fortuna». ¡Ah! El tema de los avales está muy de actualidad. A Florentino Pérez le subyuga aumentarlos más. Es natural, tiene mucho dinero y es una forma de eliminar posibles mosquitos que intenten picarle el cargo. El caso de Laporta parece distinto. Inmerso en su via crucis económico actual, aspira a rebajar el aval.

En cualquier caso, la posibilidad de Piqué como futuro aspirante a presidente del Barça altera el escenario mediático. Si añadimos al dibujo futurista a Pep Guardiola, siempre tan devotamente visibilizado en TV-3, a pesar de estar en Manchester, se puede perfilar un duelo apasionante.

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