Odón 'el íntegro': de los 350, el único

Ahora se ha sabido, por comunicación oficial del Congreso, que en el mes abril el diputado Odón Elorza renunció expresamente al cobro de la dietas por desplazamiento y alojamiento que le correspondían. Exactamente 1.900 euros mensuales que se negó a embolsarse como gesto de solidaridad ante el grave quebranto económico que la pandemia estaba causando en tantos miles de ciudadanos y ciudadanas de este país.  Lo tremendo y meditable de esta noticia es que de los 350 diputados que hay en el Congreso, Odón fue el único. 

Celebro la sensibilidad que ha tenido Buenafuente al conocer la noticia. Arrancó su Late motiv (#0 Movistar+) dedicándole a Odón un arpegio admirativo en el que, simulando que era el propio Elorza quien hablaba, decía: «Me encuentro completamente solo en el Congreso. Por favor, predicad con el ejemplo. Puedo salvar vuestra imagen». ¡Ah! Bravo por esta pincelada en Late motiv.

PISTOLAS EN EL HEMICICLO .–  La excitación que hay ahora mismo en el Congreso no es por la vergüenza de no sumarse a la iniciativa de Odón. Ahora hay un sonoro y televisivo frenesí acerca de si algún diputado (el grupo Compromís señala a Abascal) lleva pistola en el hemiciclo.

En el programa de Risto Todo es mentira (Cuatro) se han detenido en el asunto. Y Cristina Cifuentes, que después de sus sufrimientos políticos ahora abraza el confort de la tertulia televisiva, advirtió: «Este tema lo conocí cuando era delegada del Gobierno en Madrid. A los españoles les sorprendería ver la cantidad de políticos, de todos los partidos, también de izquierdas, que llevan y tienen esos permisos para portar armas». O sea que según la señora Cifuentes si supiéramos la cantidad de políticos con pistola que hay, nos sorprenderíamos. ¡Ah! Es un tema que exige luz y taquígrafos.

Guardo en mi archivo un luminoso artículo de Manuel Vicent (El País, 22 de abril de 1979), titulado La pistola del diputado, en el que advierte que, tras las elecciones de junio de 1977, ya había 46 parlamentarios que la tenían. Vicent se preguntaba si pueden llevar «el pájaro de fuego en el bolsillo hasta el escaño» o lo tienen que dejar en el perchero de la entrada. ¡Ahh! En la película Wichita, Wyatt Earp obligaba a los pistoleros que llegaban que le entregasen sus cananas y revólveres. Evitaba así el espanto de la ciudadanía.