Entrevista

Roberto Menéndez: "Es importante que la IA no esté en manos de pocas empresas"

IA, robots, pantallas plegables y zapatos a motor: las novedades más punteras de 2024

Roberto Menéndez, director ejecutivo digital de la empresa de robótica Futura Vive

Roberto Menéndez, director ejecutivo digital de la empresa de robótica Futura Vive / Ferran Nadeu

Carles Planas Bou

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Roberto Menéndez es director ejecutivo digital de Futura Vive, empresa dedicada a la fabricación y aplicación de la robótica en sectores que van de la salud a la hostelería. Este viernes dará una conferencia en Cornellà Creació, un foro de debate y reflexión que, desde hace 14 años, sirve para analizar en profundidad los temas que marcarán el futuro.

EL PERIÓDICO ha podido charlar con Menéndez sobre lo que denomina "robots sociales" y otras tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA).

Compara la IA con el descubrimiento del fuego. ¿Qué ha aportado hasta ahora?

La IA ha aportado mucho bienestar, especialmente una ventaja competitiva para las empresas que la han usado. La IA supone un salto en la evolución del ser humano. Antes, la diferencia entre quienes sabían usar el fuego y quienes no era abismal. Ahora, con la IA, la diferencia que tendremos entre quienes sepan usar ese aumento de capacidades también será abismal. Corremos el peligro de que la sociedad se divida entre quienes tengan avances tecnológicos y quienes no quieran adoptarlos. Ya se ha visto con el móvil, quien no lo usa está marginado socialmente.

¿Podemos decir lo mismo de la IA generativa?

Sí, la IA generativa es un sueño hecho realidad.

Pero de momento esas aplicaciones no van más allá de generación de texto, audio o vídeo...

Sí, eso hace un año casi no existía, nos parecía ciencia ficción. En los próximos meses saldrá GPT-4.5 que será increíble, según ha dicho OpenAI. Estamos en un momento de crecimiento exponencial de la tecnología.

ChatGPT ha acelerado la carrera empresarial por el dominio de la IA. ¿No es un problema que las compañías que compiten por esta tecnología sean las mismas ya acusadas por actuar como monopolios?

Sí, es un problema muy grande que debería preocuparnos. OpenAI nació como una iniciativa para compartir información y tras entrar Microsoft eso cambió. Tenemos una tecnología muy potente y sería importante que no estuviese en manos de pocas empresas. Eso puede dar lugar a concentraciones de poder peligrosas.

No sabemos si los sistemas que nos venden son realmente buenos. Las grandes empresas ocultan los detalles técnicos sobre cómo funcionan o con qué datos se entrenan.

Así es. Samsung prohibió el uso de ChatGPT porque recopilaba datos sensibles y eso podía suponer una amenaza similar a la ciberseguridad. Aun así, es importante que la sociedad no se divorcie del avance tecnológico que viene.

¿Cómo confiar en sistemas que fallan y que no conocemos?

Sí, pero las personas también tienen fallos. Tenemos que usar estas herramientas con precaución, no todo lo que te dice ChatGPT es cierto.

Se calcula que, en 2026, la IA y los centros de datos puedan consumir tanta energía como países como Japón. ¿Cómo se conjuga ese intenso consumo con los problemas energéticos y climáticos que tenemos?

Una de las cosas buenas que tiene la IA, pero también la computación cuántica, es que puede resolver problemas más rápido que los humanos. En el campo de las energías renovables eso podría ayudar mucho a ser más eficientes.

Dices que tu trabajo en Futura VIVE se centra en la conciencia artificial. ¿A qué te refieres?

Nos referimos a que cuando uno está frente un robot social tiene la perspectiva de que es inteligente. Obviamente el robot no es consciente, pero es importante que den esa sensación para generar empatía. Por eso son antropomórficos (tienen aspecto humano).

¿Qué usos prácticos pueden tener los robots sociales?

Los usamos en residencias de personas mayores para ayudarles en las terapias cognitivas, especialmente a gente con alzheimer. El robot les da conversación, les pone música, les enseña fotos de cuando eran jóvenes o les recuerda la toma de pastillas. Es algo más interactivo que tener a los ancianos frente a la tele. También tenemos un proyecto piloto de un robot patrulla que detecta la persona, su temperatura o si ha caído. Esos son los usos más bonitos.

Sustitución de la atención a clientes por robots? Contestadores automáticos ya generan mucha frustración

A mi tampoco me gustan los contestadores. Si voy a un hotel siempre voy a una persona antes que un robot, pero si hay mucha cola el robot puede ser interesante. No supone sustitución sino complementar. Hay un lugar para la tecnología y un lugar para el ser humano.